Adolescencia autorizada
Crítica cine: school rock band
Walden Media y Disney Channel compiten desde hace años en la carrera por captar (casi como si de una secta se tratara) al público adolescente norteamericano en su versión más políticamente correcta, aseada y blanca. Ya sea desde la fantasía familiar con pretexto libresco (Las crónicas de Narnia, City of Ember, Viaje al centro de la Tierra) o desde la revisión del género musical protagonizado por nuevas estrellas imberbes (High School Musical, Hannah Montana, Jonas Brothers), ambas productoras comparten ese didáctico espíritu catequista cristiano tras cuyas ejemplares historias se esconde siempre una moraleja para familias biempensantes cuando no una distorsionada visión de la realidad adolescente con la coartada del entretenimiento que se parece más a la vieja doctrina que al retrato generacional por mucho que se quiera camuflar con pinceladas de sociología de ocasión.
Producida por Walden Media, School Rock Band le roba a Disney a una de sus estrellas teen de cara angelical, Vanesa Hudgens (High School Musical), para cambiarle el look colegial por un aire y un repertorio más desenfadado y rockero, operación que, sin embargo, no oculta el mismo rancio conservadurismo de siempre ni la posibilidad de seguir representando la adolescencia como territorio plagado de clichés y estereotipos desde los que fraguar a los triunfadores inmaculados del futuro.
Saqueando el repertorio de Nick Drake, David Bowie, Wilco o la mismísima Nico y añadiendo canciones de cosecha propia y gusto mainstream que no desentonen con el vestuario casual de la muchachada, School Rock Band despliega su ñoñez reconcentrada entre concursos de bandas a cual más afeitada, amores castos y románticos y sueños de futuro más idealizados que los de un episodio de Cuéntame.
No hay comentarios