Una torre llena de arqueros finos

Calle Rioja

Sánchez Mejías, Romero Murube, Cernuda y Aleixandre, nexos sevillanos de García Lorca, situado en la foto de grupo entre Alberti y Chabás.

Un grupo de turistas, ayer, junto al monumento a los poetas del 27 en la Puerta de Jerez.
Francisco Correal

18 de agosto 2011 - 05:03

En la foto del Ateneo, Federico García Lorca está de pie, entre Rafael Alberti y Juan Chabás, en la más publicitada imagen de la generación del 27, cuando se dieron cita en Sevilla. Alberti fue el más longevo de los poetas del 27 (1902-1999). Chabás, alicantino de Denia, nació el mismo 1898 en que vino al mundo Federico. Fue poeta, novelista y crítico literario. Murió en 1954 en el exilio cubano.

El torero Ignacio Sánchez Mejías reunió a la flor y nata de la poesía española en Sevilla para homenajear a Góngora en el tricentenario de su muerte. Cita en Sevilla por un poeta cordobés. Dos ciudades unidas por Federico en un poema: "Sevilla para herir. / Córdoba para morir". Poema donde define a Sevilla como "torre llena de arqueros finos".

El tiempo que permaneció abierto, el Café Alameda de la calle Trajano tenía una foto de un García Lorca pensativo que era testigo mudo de las conversaciones de la Sevilla de los años ochenta. Había un camarero muy diligente, Juan, que estaba obsesionado con sacarse el carné de conducir. Cerró el café, cambió varias veces de dueño y de identidad, y en la actualidad es el restaurante Il Forno.

Los poetas del 27 permanecieron en Sevilla del 16 al 22 de diciembre de 1927. El primero de esos días cumplía Alberti 25 años. Sánchez Mejías los invitó a participar en una velada poética. En la fotografía aparece Manuel Blasco Garzón, que en 1936 fue nombrado ministro de Justicia de la República. La relación de García Lorca con Sánchez Mejías fue fértil, propia de dos buenos amigos. Después de aquel encuentro crucial para la consagración del grupo, poeta y torero coinciden en Nueva York, ciudad a la que el granadino partió en mayo de 1929. En marzo de 1934 vuelve de Buenos Aires en barco y el 13 de agosto de ese año un toro coge mortalmente al mecenas de los poetas en la plaza de toros de Manzanares, poco antes de que se iniciara la temporada 34-35 de la Liga que concluyó con el triunfo del Betis, equipo del que el diestro llegó a ser presidente. El 12 de marzo de 1935, con motivo de las cien representaciones de Yerma, García Lorca leyó en el teatro Español un adelanto de su Llanto por Ignacio Sánchez Mejías.

En la foto de Sevilla faltan los sevillanos Luis Cernuda y Vicente Aleixandre. Dos de los que más congeniaron con el poeta de Fuentevaqueros. Aleixandre es de su misma cosecha (1898), el único del grupo que obtuvo el Nobel de Literatura (1977). El poeta que nació en el sevillano palacio de Yanduri escribe el prólogo del segundo volumen de las Obras Completas de Lorca (Aguilar). "Quienes le vieron pasar por la vida como un ave llena de colorido, no le conocieron", dice de quien siendo "capaz de toda la alegría del Universo", su sima profunda, "como la de todo gran poeta, no era la de la alegría".

El 18 de abril de 1936, García Lorca pronunció en un restaurante de Madrid un brindis durante el homenaje al sevillano Luis Cernuda (1902-1963) con motivo de la publicación de los primeros poemas de La realidad y el deseo. Será en ese libro, en el poemario titulado Las Nubes (1937-1940), donde el autor nacido en la calle Acetres incluye su particular llanto por Federico García Lorca. Titula el poema A un poeta muerto. "Por eso te mataron, porque eras / verdor en nuestra tierra árida / y azul en nuestro oscuro aire". El 16 de julio de 1936, día del Carmen, Lorca decide volver a Granada desde Madrid. "Triste sino nacer / con algún don ilustre", escribe Cernuda en este epílogo de la cruenta batalla que su amigo libró entre el deseo y la realidad.

75 años sin García Lorca. En 1927 inició la correspondencia con su amigo Joaquín Romero Murube. El 30 de marzo de 1932 habló en el Salón Imperial sobre Arquitectura del cante jondo -tema sobre el que se había extendido en La Habana dos años antes-, en un ciclo de conferencias promovidas por el Comité de Cooperación Intelectual que le llevaron a Valladolid, Sevilla, Salamanca, La Coruña y San Sebastián. Ese mismo año fundó la compañía La Barraca, que incluyó en su repertorio El burlador de Sevilla, de Tirso de Molina.

Poeta del 27 nacido en el 98, tuvo entre sus maestros a Antonio Machado, a quien siendo estudiante visitó cuando el poeta de Dueñas era profesor en Baeza. El sevillano unido al Francés en la vida de las clases y en la muerte del exilio de Colliure, donde sigue. ¿Dónde fue a parar la foto de Federico del café Alameda? Le habría encantado la Bernarda Alba que Pepa Gamboa dirigió con gitanas del Vacie.

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