De la admiración a la burla

La carrera hacia la casa blanca Los efectos de sus apariciones son devastadores para ella

Un mes después de que McCain escogiera a Palin como candidata a vicepresidenta, la gobernadora de Alaska pasa por serias dificultades a la hora de expresar sus ideas

Palin saluda a sus partidarios en un mitin con McCain en Ohio.
Palin saluda a sus partidarios en un mitin con McCain en Ohio.
Gonzalo Espáriz / Washington

01 de octubre 2008 - 05:03

"Patética", aseguró un comentarista de la CNN. "Gobernadora, abandone", escribió otro en Newsweek. El histórico programa satírico de televisión Saturday Night Live está viviendo una segunda juventud gracias a sus imitaciones. Apenas un mes después de su espectacular irrupción en la política estadounidense, la aspirante republicana a vicepresidenta, Sarah Palin, ha pasado de ser la gran aparición de la campaña a ser el objeto preferido de las burlas del país.

Después de sólo tres entrevistas en un mes se entiende por qué la campaña de John McCain blindó a la gobernadora de Alaska casi por completo de la prensa: Palin tiene serias dificultades para expresar sus puntos de vista políticos.

Fragmentos de la última de las entrevistas, la pasada semana con la CBS, siguen siendo repetidos por todas las televisiones. En ellos Palin aparece por momentos incoherente, incapaz de formular frases completas y de responder directamente a las preguntas más que con una sucesión inconexa de frases hechas de campaña.

¿Qué quería decir cuando mencionó la proximidad de Alaska y Rusia como su experiencia en política exterior? "Es muy importante, si usted considera incluso asuntos de seguridad nacional con Rusia... cuando Putin gira la cabeza y entra en el espacio aéreo de Estados Unidos, ¿hacia dónde van? A Alaska".

¿Por qué gastar 700.000 millones de dólares en Wall Street y no dárselos a los ciudadanos? "En último lugar, lo que hace el plan es ayudar a aquellos preocupados sobre la reforma sanitaria que se necesita para reflotar nuestra economía. Tiene que haber creación de empleo, también. Reflotar nuestra economía y devolverla al camino adecuado. Así que la reforma sanitaria y reducir impuestos y frenar el gasto tienen que acompañar las reducciones de impuestos".

Los efectos de sus contadas apariciones están siendo devastadores para su candidatura. Cuando John McCain la eligió por sorpresa a finales de agosto, la mayoría de analistas aplaudió la elección de una mujer, joven y con ideas frescas para Washington. En vísperas de su debate el jueves con el candidato vicepresidencial demócrata, Joe Biden, el efecto es el contrario.

Una encuesta de la cadena de televisión CNN reveló que el 49 % de los estadounidenses cree que no está preparada para ser vicepresidenta. Y el segundo lugar no es nada simbólico en un país en el que 14 vicepresidentes fueron después uno de los 43 presidentes, tres de ellos por la muerte en el cargo del número uno. Y la cuestión está más presente que nunca en el caso de McCain, que a sus 72 años sería el presidente más viejo al acceder a la Casa Blanca.

Incluso los comentaristas más conservadores, a los que la elección de Palin debía supuestamente contentar, manifiestan abiertamente su incredulidad. Joe Scarborough, de MSNBC, afirmó que Palin "parece claramente fuera de su categoría". Kathleen Parker, columnista del National Review, instó a la gobernadora a abandonar la carrera para cuidar de su familia. "Hágalo por su país", le urgió.

Otros optaron por la condescendencia. "Pobre Sarah", escribió Judith Warner en The New York Times. "La elección de Palin no sólo es un insulto a las mujeres (y hombres) de Estados Unidos. Es también un acto de crueldad hacia ella".

El analista de medios Howard Kurtz reveló en The Washington Post que "algunos periodistas admiten en privado que están censurando sus comentarios sobre Palin para que no parezca que hacen leña del árbol caído".

Pero sin duda los que más están disfrutando son los humoristas. "Cada vez que le dejan hablar por más de cuatro minutos uno empieza a sentir pena por ella", aseguró Chris Rock. Mientras, la campaña de McCain sigue intentando protegerla y anunció que durante unos días estaría ausente de la campaña preparando el debate de esta madrugada. Entonces, con medio país mirando y en directo, estará sola ante el peligro.

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