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Dublín critica la "temeraria" vía unilateral de Johnson en Irlanda del Norte

  • El Gobierno irlandés considera que esta "táctica" para ocultar sus problemas de liderazgo puede pasarle factura al primer ministro británico.

El secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, a su llegada a Downing Street.

El secretario de Estado británico para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, a su llegada a Downing Street. / ANDY RAIN (Efe)

El desafío lanzado por el primer ministro británico, Boris Johnson, para alterar el Brexit por la vía unilateral puede pasarle factura si se trata de una "táctica" política para presionar a Bruselas y ocultar sus problemas de liderazgo en el Reino Unido, según advirtió este martes el Gobierno irlandés.

Un día después de que Londres presentase una legislación que busca modificar el protocolo alcanzado con la Unión Europea (UE) sobre Irlanda del Norte, Dublín no se cree los argumentos esgrimidos en Westminster para dar un paso que considera "decepcionante", "temerario" e "ilegal".

"Con esto, parece realmente que el Gobierno británico está señalando que no quiere negociar con la UE. Por contra, manda un mensaje a la UE e Irlanda con el que dice o nos dais lo que queremos o lo obtendremos de todos modos", declaró este martes el ministro irlandés de Asuntos Exteriores, Simon Coveney.

En su opinión, Johnson ha tomado una decisión "insólita", sobre todo cuando, recordó, Londres "no ha hecho esfuerzo alguno desde el pasado febrero" para acercar posiciones con Bruselas, que ha reiterado que no tiene intención de reabrir el texto del protocolo en ninguna circunstancia y avisa de que puede haber represalias si procede con la tramitación de una ley que viola la legislación internacional.

"Si se trata de una táctica negociadora, es muy mala porque hace más difícil que se logre un compromiso, no lo facilita", subrayó Coveney en declaraciones a la emisora de radio NewsTalk.

Irlanda cuestiona la credibilidad internacional de Johnson

El jefe de la diplomacia irlandesa también consideró que la imagen del Reino Unido y de Johnson saldrá dañada en un momento en que Europa, por ejemplo, trata de "trabajar junta" para que Rusia rinda cuentas ante la "legislación internacional" por la invasión de Ucrania.

Por contra, agregó, el Gobierno británico recurre al asunto del protocolo para "crear deliberadamente fricciones" con Irlanda, con la UE y para "polarizar aún más" la política en Irlanda del Norte.

A este respecto, el primer ministro irlandés, Micheál Martin, lamentó este martes que las relaciones entre Londres y Dublín "están en su punto más bajo", al tiempo que aseguró que el rechazo al protocolo va en contra de los intereses de la comunidad empresarial norirlandesa.

"Por ejemplo, el sector manufacturero está funcionando muy bien con el protocolo y ahora está muy preocupado, no sólo por la incertidumbre que se ha creado, sino también porque esto socava las condiciones fijadas (tras el Brexit)", observó Martin.

Este mecanismo establece que Irlanda del Norte sigue vinculada al mercado único comunitario para bienes, por lo que las mercancías que cruzan entre la isla de Gran Bretaña y ese territorio británico han de pasar controles aduaneros para así asegurar que la frontera entre las dos Irlandas continúa siendo invisible, tal y como obliga el acuerdo de paz del Viernes Santo (1998), el texto que puso fin al conflicto.

No obstante, ha levantado una frontera comercial en el mar de Irlanda que también es política para la comunidad unionista protestante, pues sostiene que diferencia a la provincia y pone en peligro su relación con el resto del Reino Unido, ahora que los nacionalistas quieren avanzar hacia su objetivo histórico de reunificar Irlanda.

Por ello, el probritánico Partido Democrático Unionista (DUP), segunda fuerza regional tras las elecciones del pasado mayo, se niega a compartir el Ejecutivo de Belfast con los republicanos del Sinn Féin -primera formación-, si el diálogo entre Londres y Bruselas no desemboca en la eliminación de algunas partes del protocolo.

Las razones de Londres

Este argumento de la inestabilidad política es al que se agarra Johnson para justificar el órdago de la vía unilateral, según explicó este martes su ministra de Asuntos Exteriores, Liz Truss.

"La razón por la que sentimos que teníamos que tomar medidas es por la situación en Irlanda del Norte", donde no se ha podido formar un Ejecutivo autónomo "desde febrero" y la provincia "necesita un Gobierno tan pronto como sea posible", insistió la ministra en declaraciones a la BBC.

Desde Belfast, la líder del Sinn Féin en la Asamblea norirlandesa, Michelle O'Neill, volvió a calificar la estrategia británica de "imprudente" e "ilegal" e instó al DUP a que acepte entrar en el Gobierno para "hacer política" para una ciudadanía castigada por el "aumento del coste de la vida".

Por su parte, el DUP sostiene que las medidas adoptadas contra el protocolo son "equilibradas y justas", pero advierte de que no entrará en el Ejecutivo autónomo hasta que Westminster concluya la tramitación de la legislación presentada el lunes, un proceso que puede durar meses o, incluso, fracasar debido a las divisiones que ha creado dentro del propio Partido Conservador de Johnson.

"El Gobierno tiene derecho, según permite el protocolo, a tomar acciones unilaterales si éste causa daños sociales, económicos o políticos", arguyó hoy el líder del DUP, Jeffrey Donaldson.

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