Siete fabricantes de automóviles, BMW Group, General Motors, Honda, Hyundai, Kia, Mercedes-Benz Group y Stellantis, han acordado crear una empresa conjunta dedicada a crear una red de recarga de vehículos eléctricos en Norteamérica.

Será una red de instalaciones de carga de alta potencia que contará, al menos, con 30.000 puntos en zonas urbanas y carretera, y que serán accesible para todos los clientes de cualquier tipo de vehículo eléctrico. Para que esto sea posible se ofrecerán tanto con los conectores CCS, es decir, el estándar europeo de corriente continua basado en el conector IEC 62196-2; así como el NACS, el norteamericano promovido por Tesla.

Los puntos de carga de la nueva red impulsada por estos siete fabricantes de automóviles estarán abiertos a cualquier usuario.

Estas infraestructuras deben cumplir o superar los requisitos del programa NEVI (National Electric Vehicle Infrastructure) del Departamento de Transporte de EE.UU. y que permitirá disponer de fondos para las instalaciones. El financiamiento afecta al 80 por ciento de los costos elegibles por proyecto.

Entre las condiciones que establece el NEVI está que permitan pago de acceso abierto, sean de acceso público o estén disponibles para operadores de más de una compañía. Asimismo, deben estar a lo largo de los corredores de combustibles alternativos designados por la Administración Federal de Carreteras (FHWA).

Agosto de 2024, primeras inauguraciones

La constitución de la joint-venture está prevista para ese año, con el objeto de que las primeras infraestructuras de carga puedan usarse el verano del año que viene, inicialmente, en Estados Unidos y, luego, en Canadá. Tendrá varios cargadores de corriente continua de alta potencia y se pretende que exclusivamente reciban electricidad de redes de energía renovables.

Asimismo, estarán situados en lugares de acceso cómodo, dispondrán de marquesinas siempre que sea posible y se ubicarán cerca de aseos, servicios de restauración o tiendas que, incluso, formaran parte de las mismas instalaciones. Algunas estarán equipadas de modo experimental, para mostrar sistemas de recarga futuros.

Los servicios de la red se integrarán en las aplicaciones y funciones disponibles en los distintos modelos de las marcas que forman esta joint-venture.

Los servicios de la red se integrarán las apps y funciones existentes de los diferentes coches de las distintas marcas, lo que permitirá realizar reservas, navegación o planificación de ruta, así como aplicaciones de pago o gestión de energía, entre otras. La red aprovechar la tecnología Plug & Charge para facilitar, al máximo, los procesos de carga.

En EE.UU. existen, a julio de 2023, 32.000 puntos de carga rápida con corriente continua de acceso público para 2,3 millones de coches -en España hay 7.000 para unos 300.000 eléctricos-, es decir, 72 coches por cargador de este tipo.

Según el National Renewable Energy Laboratory harían falta 182.000 cargadores de corriente continua para dar servicio a entre 30 y 42 millones de vehículos enchufables que circularían en 2030.

Las estimaciones dicen que en EE.UU. las ventas de eléctricos superarán el 50 por ciento de las totales en 2030, lo que lleva a la necesidad de disponer de esas redes de carga de manera rápida, en tanto que también contribuirá a fomentar la adopción de los coches con este tipo de sistemas de propulsión.