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Dice el refrán que hecha la ley, hecha la trampa. Pues bien hay algunos que están dispuestos a llevar este aspecto a la máxima expresión, aprovechándose de una ley para hacer una trampa y estafar a algunos de los ciudadanos madrileños que aparcan sus coches en zonas indebidas. O al menos eso parece. El Ayuntamiento de la capital de España ha destapado la presencia de más de un centenar de falsas multasfalsas multas repartidas entre varios vehículos y la Policía se ha hecho eco del caso ante la posibilidad de que estemos ante una técnica que se expanda por todo el territorio nacional.
En un primer momento la intención de estos presuntos estafadores no estaría en quedarse con el dinero del pago de una posible multa, como podría interpretarse. Se sospecha que su rédito se encuentra en el robo de información personal, pudiendo traficar con los datos personales de sus víctimas. ¿Cómo lo lograrían? A través del código QR que incluyen en la falsa multa, único elemento diferenciar respecto a una multa normal impuesta por el Ayuntamiento de Madrid.
Aparece el mismo modelo de notificación, con el encabezamiento, el logotipo del Ayuntamiento, la clave de la infracción, el hecho denunciado, el precepto infringido, cuantía de la sanción e importe con la reducción por pronto pago. Todo real. Excepto el 'detalle' del código QR. Por ahí empezaremos a darnos cuenta de que estamos ante una estafa. Estos son los aspectos que las autoridades apuntan como diferenciales para percatarnos de que estamos ante una falsa denuncia.
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