La Guardia Civil, como informábamos recientemente, ha incorporado a su parque móvil diferentes vehículos con distintos grados de electrificación y, entre ellos, también 230 Nissan Leaf 40 kWh exclusivamente eléctricos que se integrarán en las flotas de todas las comandancias, así como 157 motocicletas eléctricas. Estas motos, del modelo Zero FX, tienen una autonomía de hasta 111 km o cuatro horas de uso continuo, mientras que los Leaf homologan un alcance, con una carga de su batería, de 270 km.

La IGC, que apoya la renovación del parque de este cuerpo y aplaude la adquisición de medios ecológicos, ha criticado, sin embargo, la inversión realizada por la falta de puntos de recarga que obliga a que esos nuevos vehículos permanezcan estacionados. Asimismo, ha criticado la escasa eficacia de los mismos por la autonomía que ofrecen que, particularmente es insuficiente en el caso de las motos para los servicios que ofrece Seprona, mayoritariamente en lugares aislados. También estima la IGC que el tiempo de recarga sea un aliciente a la hora de adquirir este tipo de vehículos para estos cometidos.

La Guardia Civil ha sumado varios centenares de vehículos eléctricos que han despertado cierta controversia.

Según esta asociación, se debería haber apostado por vehículos híbridos para disponer de mayor autonomía y disponibilidad en el caso de tener que llevar a cabo tareas que se prolonguen en el tiempo.

En respuesta a esta denuncia, la Guardia Civil ha aclarado que, en la actualidad, todos los vehículos eléctricos asignados a las distintas unidades tienen diferentes posibilidades de recarga, bien mediante puntos de recarga específicos, bien mediante tarjetas de recarga o cargadores portátiles. Por tanto, la Guardia Civil informa de que no le consta de vehículos que estén parados por no disponer de posibilidades de recarga.

La carga de los coches eléctricos y su autonomía han provocado protestas desde algunos miembros del cuerpo

Recuerda, asimismo, que durante los 2020 y 2021, 184 vehículos eléctricos están prestando servicio en unidades fiscales, cabeceras de comandancia y algunos puestos principales donde existen puntos de recarga u otros medios para hacerlo, y que 230 están actualmente en proceso de distribución a las distintas unidades.

Según este mismo comunicado, “la Guardia Civil está realizando una apuesta por la transición energética y para ello, dentro del Plan de Transformación y Resiliencia acaba de entrar en vigor un contrato, con plazo de ejecución de nueve meses, para la instalación de 1.400 puntos de recarga en toda la geografía nacional”.