Por el momento, el Toyota apenas da información de este SUV compacto, de dimensiones probablemente no muy dispares del C-HR –recordemos, 4,39 m de largo, por ejemplo- que, a diferencia de éste que siempre se híbrido, será eléctrico con batería.
Un coche parecido a éste, puesto que se trata de un prototipo, será en el futuro miembro de la familia bZ, beyond zero, de la que ya forman parte el bZ4x o el bZ3, el primero un SUV de 4,69 m de longitud y, el segundo, un sedán de 4,73 m.
Promete una silueta aerodinámica, con voladizos cortos y ruedas cerca de los extremos de la carrocería y un diseño en su interior que sugiere que se trata de un vehículo tecnológicamente avanzado, con cierta proximidad en sus líneas maestras y minimalismo con el Toyota bZ4x.
Entre los elementos que lo conforman están unos asientos hechos a base de materiales reciclados y de origen vegetal. También un asistente personal a bordo que conecta a los ocupantes con el coche mediante indicaciones sonoras y visuales que aparecen en distintos lugares del habitáculo.
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