Isabel Villanueva | Violista

"Este Ritual marcará mi carrera"

  • El próximo domingo 19 la violista navarra Isabel Villanueva ofrece en las matinales del Femás (San Luis. 12:00) el preestreno de su último álbum, en el que toca sola un programa que va de Santa Hildegarda a György Kurtág

La violista navarra Isabel Villanueva

La violista navarra Isabel Villanueva / Juan García Rosell

Han pasado seis años desde el anterior trabajo discográfico de Isabel Villanueva (Pamplona, 1988), la más internacional de las violistas españolas, que ofrecerá en Sevilla por primera vez, y antes de la presentación oficial, el contenido íntegro de su último álbum.

–¿Qué es Ritual?

–Es un trabajo muy especial para mí. Surge de la necesidad de plasmar un momento personal en el que me encuentro y me encontraba cuando hice la grabación en noviembre de 2022, después de los últimos años, por las circunstancias de la pandemia, que nos han afectado a todos, pero también por las personales y artísticas que me afectan a mí. Desde mi última grabación, Bohèmes, de 2017, he evolucionado como persona y como artista y eso me ha creado la necesidad de dejar este programa en disco.

Ritual - Isabel Villanueva Ritual - Isabel Villanueva

Ritual - Isabel Villanueva

–¿Qué hay de ritual en el programa?

–Ha sido todo un ritual, desde el proceso de preparación, incluida la física, el deporte, la mente, la introspección, el cuestionamiento en todos los sentidos y luego la grabación en sí misma. Todo ha sido un ritual para mí. El orden del programa tiene un sentido, desde que nace con la Oda a la sabiduría de Hildegard von Bingen hasta que termina con la Passacaglia de Biber, con la Chacona de Bach y toda la Partita nº2 como punto culminante y entre medias con todas esas piezas de Signos, Juegos y Mensajes de Kurtág que me han acompañado mucho en los últimos diez años. Aunque los compositores están muy alejados entre sí comparten valores artísticos y humanos muy importantes, el silencio, el espacio, la arquitectura sonora, la delicadeza, los detalles y también su parte filosófica, una parte profunda a nivel místico que conecta todas las obras entre sí. Es la mejor forma que he encontrado para conectarme con el público desde una perspectiva muy íntima. Se trata de un disco muy personal, una forma de llegar al público a partir de un lado mío que quizá la gente no conocía, que es esta parte mística, que representa algo muy importante de mí como artista y como persona. A través de todos los proyectos que llevo haciendo últimamente, con fusiones de otros géneros (el jazz, el flamenco) y de otras disciplinas, como la danza, creo que este Ritual es un punto que marcará mi carrera.

–¿Lo hace por primera vez ahora en Sevilla?

–Sí, es el preestreno. Me hace mucha ilusión que sea en Sevilla, una ciudad que tiene un punto jondo, que está muy vinculado a mi forma de entender la música, porque esta música también tiene ese punto jondo. Y además que sea en el seno de un festival tan prestigioso como el Femás me hace muy feliz.

–¿Cómo se acerca a las partituras de Bach y Biber?

–A nivel armónico obviamente están bajadas una quinta. Pero además a nivel técnico la viola requiere una profundidad física de trabajo del sonido que no precisa el violín. Aunque sean de la misma familia y parezcan iguales son muy diferentes. La viola necesita una técnica diferente. La Partita nº2 la llevo tocando desde los 19 años. La Passacaglia de Biber la tenía como pieza adorada y deseada, pero sólo empecé con ella en la pandemia. Este fue un repertorio que me acompañó durante la pandemia, todos los meses del confinamiento que pasé sola en casa. El ritual de aquellos días fue yo con mi viola y mi viola conmigo. A la música antigua me acerco con mucho respeto. La obra de Hildegarda es una pieza fascinante, podía estar compuesta ahora y no hace diez siglos. Es atemporal. Se trata de una canción, tiene un texto. Yo cogí la versión original e hice una versión para viola. En el disco incluyo mi voz, aunque en directo no será posible. Las obras barrocas las toco con arco barroco, porque eso ayuda a entrar dentro de la profundidad de sonido, del gesto, que es tan importante en el barroco con las articulaciones.

–¿En el concierto también cambiará los arcos?

–Sí, iré intercalando. Haré el mismo orden del disco, que es el que tiene el sentido del ritual e iré cambiando de arco, con lo que el público verá esas diferencias, algo que me parece muy interesante.

Isabel Villanueva en imagen promocional de Ritual. Isabel Villanueva en imagen promocional de Ritual.

Isabel Villanueva en imagen promocional de Ritual. / Rosalía Bronstein

–¿Qué comparte Kurtág con todos estos músicos antiguos?

–Hace diez años tuve la ocasión de preparar en Budapest este ciclo, y eso me abrió un mundo de una precisión y de una exigencia de escucha enormes, que es lo que tiene su mundo. El espacio, el silencio, las comas, la respiración, todo eso está muy ligado al resto del programa. Las cinco piezas que he elegido y el orden que les he dado no es casual. Empiezo con una pieza dedicada a Imre Földes, un artista gráfico húngaro, cuando cumplió 60 años; está en estilo húngaro. Continúo con el Perpetuum mobile, movimiento… antes de volver a gravitar sobre lo húngaro con In Nomine – all’ongharese, un auténtico favorito de Kurtág, que además es lo más jondo… Y eso abre la puerta a Bach, con la gran chacona compuesta como homenaje fúnebre a su esposa Maria Barbara. Todo tiene un sentido de dedicatoria: al final la Passacaglia de Biber es conocida como El ángel de la guarda, siempre hay alguien ahí para cuidar de ti. Yo lo dedico al ser humano pero no entendido como masa, sino individualmente, de forma íntima, me gustaría que esto se escuchara como si yo lo estuviera tocando para cada persona en solitario.

–El disco se presenta la semana posterior al concierto de Sevilla...

–El día 22 se presenta con una charla, pero oficialmente el disco se lanza físicamente y en las plataformas el 23, y ahí lo tocaré también. Será una charla en San Juan de los Caballeros de Segovia, donde se grabó, un lugar que me fascina, que tiene una energía muy especial y allí contaré todo el proceso. Y luego al día siguiente lo tocaré en la Cueva del Convento de San Juan de la Cruz, dentro de la Semana de Música Sacra de Segovia.

–¿Y luego, por dónde seguirá su camino este Ritual?

–El 31 de marzo lo presentaré en Valencia en diálogo con Ramón Andrés, que ha escrito parte de las notas del libreto y que es uno de los humanistas más importantes que hay ahora en España y de los que más admiro. El 13 de mayo lo hago también en Barcelona, y luego tengo fechas para la temporada próxima tanto en España como en el extranjero, pero no puedo hablar de ellas porque aún no se han presentado.

–¿ Algún otro proyecto cercano?

–Ahora, el 15 de marzo tengo un recital en Suiza con François Dumont con Sonatas de Rebecca Clarke, Hindemith y Brahms, será al borde del lago Constanza, con una charla explicativa, promete mucho. Después, en el resto del mes de marzo todo esto que le he contado y en abril volveré a Hispanoamérica. Estaré en Venezuela, Costa Rica y Panamá. Debutaré con la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar con el Concierto de Bartók, algo que me hace mucha ilusión.

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