Escribir un artículo con un número de caracteres o palabras, un guion para Youtube, obtener un resumen sobre un acontecimiento histórico o explicar un evento o concepto. Estas son algunas de las funciones del chatbot ChatGPT, pero ¿qué pasaría si este llega a las aulas? Docentes aseguran que es el futuro de la educación y que los docentes tendrán que adaptar los sistemas de evaluación para cerciorarse de que esta herramienta no les hace el trabajo a sus alumnos y estos adquieren los conocimientos necesarios.

Hace un tiempo que los chatbots comenzaron a integrarse en la vida cotidiana de muchas familias, sobre todo desde la llegada de asistentes virtuales como Siri, Alexa o el Asistente de Google en los móviles y ordenadores. Ahora lo último es ChatGPT, un chatbot basado en inteligencia artificial que puede interactuar con los usuarios de una forma natural y cercana. Este es un modelo de lenguaje natural creado por OpenAI, una de las compañías de inteligencia artificial más importantes del mundo.

Actualmente, ChatGPT es utilizado por muchas empresas e instituciones para responder preguntas frecuentes de sus clientes o usuarios, para brindar soporte técnico y para mejorar la experiencia general del usuario. Pero hasta que punto ¿es este chatbot beneficioso para los alumnos?

El chatbot permite a los estudiantes conocer la historia

ChatGPT puede ayudar a los estudiantes a aprender conocimientos o a resolver sus dudas sobre algún tema o acontecimiento, por ejemplo, histórico que no entiendan. Al adentrarnos en esta herramienta para preguntarle sobre qué pasó en la desbandá en Málaga, el chat responde: “la desbandá fue un suceso trágico ocurrido durante la Guerra Civil Española en febrero de 1937, cuando miles de civiles que huían de Málaga hacia Almería fueron atacados por las fuerzas franquistas y las tropas italianas que los apoyaban. Los civiles que huyeron de Málaga se encontraron en una situación de caos, sin protección y sin alimentos ni agua, mientras las fuerzas franquistas avanzaban en su persecución. La población fue objeto de bombardeos indiscriminados por parte de la aviación franquista y las fuerzas italianas, lo que resultó en la muerte de miles de personas. Se estima que alrededor de 5.000 personas fallecieron, aunque las cifras exactas son difíciles de determinar. El suceso fue uno de los más trágicos de la Guerra Civil Española y ha sido recordado como una muestra de la brutalidad de la guerra y del sufrimiento que padeció la población civil”.

La llegada del ChatGPT a las aulas es algo inminente, por lo que docentes de la Universidad de Málaga coinciden en que se debe cambiar el sistema de evaluación para confirmar que los estudiantes adquieren los conocimientos necesarios y no utilizan este chatbot para que le haga los trabajos.

Ezequiel López Rubio, profesor de la ETSI de Informática, señala que en un futuro muy próximo lo más probable es que este sistema se integre en los procesadores de texto, como el corrector ortográfico. Por ello, incide en que el problema está en que “va a ser muy difícil saber si la persona ha buscado la información de un trabajo por sí misma o ha usado ChatGPT” y para evitarlo los docentes se deben marcar como objetivo, a la hora de pedir un trabajo escrito, el asegurarse de que “haya una interacción entre el alumno y el profesor para que este sepa que realmente se ha entendido lo que pone ahí”. En definitiva, a su juicio deben modificarse “los objetivos de las tareas que se ponen y la manera de evaluarlas”.

El utilizar un texto de ChatGPT no se consideraría plagio

El hecho de que un alumno utilice un texto generado por ChatGPT ¿se consideraría plagio o no? Según López “el plagio es copiar literalmente algo que está publicado” y como esta herramienta genera un texto diferente cuando se le pregunta dos veces de un mismo tema, no lo sería. En este punto, coincide con este profesor el responsable del proyecto de habilidades transversales en la inteligencia artificial aplicada y del departamento de Lenguajes y Ciencias de la Computación de la UMA, Francisco López Valverde, y añade que “el texto que genera no es un plagio”. Aunque la llegada de esta herramienta a las aulas pueda parecer una “catástrofe”, lo único que deben hacer los docentes es “cambiar” porque “los estudiantes van a contar con una herramienta más que es muy útil”. Eso sí, sin olvidar que la herramienta también comete errores y se puede equivocar en algunas respuestas. 

El tipo de trabajo, la forma de examinar a los estudiantes y de poner las calificaciones van a cambiar. Los sistemas de evaluación van a dar un paso más y deben ser capaces de adaptarse a esta herramienta que, según Francisco, “puede llegar a pasar algunos exámenes incluso de máster y con buena nota”.

El catedrático recuerda que esto ya se vivió cuando llegó la calculadora, por lo que esas cuentas a mano que contaban para la nota, tuvieron que dejar de evaluarse, puesto que ya las hacía una máquina. Ahora, ChatGPT está cada vez más presente y por ello los docentes deben ser conscientes de ello, analizar la situación y cambiar su forma de evaluar para cerciorarse de que los estudiantes aprenden.