La plaga de mosquitos que afecta a Huelva desde hace una semana se vuelve cada vez más insoportable, debido a las altas temperaturas registradas en los últimos días, que llegan tras una Semana Santa de intensas lluvias. El jefe del Servicio de Control de Plagas de la Diputación de Huelva, Francisco Cáceres, asegura que el 100% de la plantilla se encuentra "desbordada" para intentar atajarla cuanto antes.

"Estamos desarrollando un plan de actuaciones ajustándose a lo que nos está marcando la plaga en estos días. Nosotros comenzamos el día 8 de abril con una fase de tratamientos extraordinarios que no estaban programados previamente y seguiremos trabajando hasta que se controle". 

No hay quien pare a estas horas fuera del exterior en #Almonte por los 🦟..En #Matalascañas está siendo brutal ,suspendiendo partidos de fútbol ,niños que no quieren ir al colegio y da miedo estar en la calle a cualquier hora ..Y esto lo puse en conocimiento hace más de un mes

— MeteoAlmonte (@MeteoAlmonte) April 14, 2024

Aunque la plaga de mosquitos afecta a toda la provincia al completo, lo hace especialmente a las zonas de verdes, de césped y ajardinadas en las ciudades. "La mayor parte de nuestros tratamientos los realizamos en zonas verdes y ajardinadas porque es donde mayormente se concentran los adultos". Además, explica Cáceres que esta especie tiene una circunstancia que conviene destacar y es que habitualmente no entra en los domicilios. "Se cría en los medios silvestres de Huelva y no entra en los dormitorios, en salones ni en el interior de las viviendas. Es una especie exófila, que habita en los espacios exteriores". Por ello, asegura que dependiendo de donde esté el observador y de la hora del día se va a sentir más o menos afectado por la plaga. "Afecta, sobre todo en el amanecer y en el atardecer, así como en los espacios abiertos. Si eludimos esas dos circunstancias evitaremos entrar en contacto con esta especie".

Una mezcla de especies 

Desde el Servicio de Control de Plagas explican que en la ciudad hay una mezcla de especies. Están las silvestres, como las que se desarrollan en las marismas, más las otras especies que se crían en el interior de la ciudad, sobre todo en las infraestructuras ligadas a las aguas residuales o de lluvia: sótanos inundados, estaciones residuales, cámaras de aire que tienen filtraciones de agua circundantes, solares abandonados que acumulan aguas... "todas esas circunstancias ambientales en el interior de las ciudades pueden generar mosquitos y esos mosquitos se suman también a los que vienen de las zonas silvestres". En situaciones de alta precipitación como la que hemos vivido durante la pasada Semana Santa, se unen ambas circunstancias generando un panorama de alta presencia de las plagas de mosquitos respecto a los ciudadanos, ya sea fuera o dentro de las ciudades.

Actualmente, unos 60 trabajadores, la plantilla completa del servicio perteneciente a la Diputación de Huelva, está utilizando tratamientos a pie y tratamientos con pulverizadoras y atomizadoras para erradicar la plaga. Un poco más adelante lo harán también mediante avioneta y drones. 

La borrasca Nelson y el terreno llano de Huelva, las causas

El pasado 8 de abril se comenzó este plan de control extraordinario que no estaba incluido en el calendario anual del Servicio de Control de Plagas de la provincia, "porque no esperábamos la llegada de esta gran plaga de mosquitos". Ha surgido, aclaran, a consecuencia de la borrasca Nelson, que dejó una gran cantidad de agua en el litoral de Huelva pero que ha provocado un efecto adverso como es la cría de mosquitos en terrenos muy llanos. "En una orografía como la que tiene el litoral de Huelva, con relieves muy planos y  zonas encharcables, esto genera la proliferación de mosquitos. Nosotros en respuesta a esta situación hemos diseñado un calendario de actuaciones que van desde el municipio de Almonte hasta Ayamonte. Toda la franja costera de la provincia de Huelva está bajo nuestro radio de acción".

Con todo, matiza, que en las zonas correspondientes a la desembocadura del Río Guadalquivir "solo podemos desarrollar la mitad de las estrategias que normalmente empleamos, que son tratamientos de control frente a las larvas y frente a los adultos. La existencia del Parque Nacional de Doñana y su área de influencia nos condiciona el uso y la no utilización de productos en el interior de la zona protegida".