La princesa Basmah bint Saud, de Arabia Saudí, y su hija Suhud Al-Sharif han sido liberadas tras permanecer tres años encarceladas en la prisión de Al Hayar sin que antes se celebrara juicio alguno.
BREAKING: Basma bint Saud Al Saud and her daughter Suhoud, detained since March 2019, have been released. pic.twitter.com/tTsh6kPgzE
— ALQST for Human Rights (@ALQST_En) January 8, 2022
La organización ALQST para los Derechos Humanos ha informado a través de su cuenta de Twitter que Basmah, la más joven de los 115 hijos del rey Saúd bin Abdulaziz, que gobernó el país de Oriente Medio entre 1953 y 1964, fue detenida en febrero de 2019 junto a su hija cuando se disponían a viajar a Ginebra, donde la madre debía recibir un tratamiento médico de urgencia, aunque jamás se reveló qué enfermedad o dolencia padecía. Eso sí, nunca abandonaron el país asiático.
Las autoridades sauditas no han comentado el tema, si bien la cuenta de la organización por la defensa de los Derechos Humanos ha señalado que "se le negó la atención médica que necesitaba en unas condiciones que potencialmente amenazaban su vida", así como que "en ningún momento durante su detención se pronunciaron cargos contra ella" o contra su hija, la princesa Suhud.
Manteniendo su inocencia, un pariente le informó de que se estaba investigando si había falsificado su pasaporte, cargos que fueron retirados, aunque ella y su hija permanecieron encarceladas. Siempre se ha rumoreado que su estancia en prisión ha sido debido a sus ideas reformistas y su lucha progresista a favor de los derechos humanos, especialmente de las mujeres.
Como ejemplo de por qué es considerada una 'oveja negra' dentro de la familia, solo hay que recordar que la princesa Basmah, licenciada en Psicología y Medicina en la Universidad Árabe de Beirut, pidió la reforma constitucional para aprobar leyes de divorcio y relacionadas con servicios sociales, así como un cambio en el papel del mahram, un tutor masculino que deben tener las mujeres sauditas.
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