Las últimas voluntades del cantante Camilo Sesto, fallecido a los 72 años el pasado 8 de septiembre, se conocerán el próximo lunes. Pero según adelantan este miércoles las revistas Semana y Lecturas, en el último testamento que hizo el cantante del que se tiene constancia y que obra en poder de quien fuera su administrador, Cristóbal Huete, nombra heredero universal de todos sus bienes a su único hijo, Camilo Blanes, de 36 años, fruto de su breve relación con la mexicana Lourdes Ornelas. 

Camilín, como se le conoce desde pequeño en la prensa, tiene por tanto su futuro resuelto. En las sociedades que aún pertenecían al artista en el momento de su muerte hay un efectivo de unos 170.000 euros. En las cuentas personales, algo más de 1,2 millones de euros, más 300.000 euros en fondos de inversión, además de una cantidad similar que puede aparecer. En total, un efectivo de unos 2 millones de euros.

Además, existían también cuatro propiedades inmobiliarias a nombre del intérprete de Vivir así es morir de amor, y una sociedad de compraventa de inmuebles con un patrimonio de 800.000 euros, así como los derechos de todas las canciones que su padre escribió, que son casi todos sus éxitos y algunos de otros artistas.

A Cristóbal Huete, administrador del cantante, no le quedará nada. Aunque él es el albacea y por tanto el encargado de repartir los bienes y proceder a la lectura del testamento.

Camilo Sesto y su hijo, 'Camilín', en una imagen de archivo.

Camilo Junior se encuentra estos días instalado en la casa de Torrelodones. Tomó posesión de la vivienda a la espera de conocerse el contenido del testamento, sin toparse con la oposición de quienes habían sido acusados de "controlar" la vida del artista estos últimos años. Su madre, Lourdes Ornelas, cuya relación era nula con Camilo, tenía prohibida la entrada a la casa y está alojada en casa de una amiga mexicana en Madrid.