Silvestre, sin pasta no hay paraíso

El Duque de 'Sin Tetas' sabe que sin su personaje no sería nadie pero le merece la pena escapar de un personaje que comienza a estrangularle

Silvestre, sin pasta no hay paraíso
Silvestre, sin pasta no hay paraíso

Dicen que El Duque ha muerto, pero ya hemos comentado en páginas de estos contornos que en la televisión actual los protagonistas no mueren. Los mandan al Caribe, y aún más lejos, pero se quedan con un billete de vuelta. Por si las moscas del guión. Y por si los cheques.

Miguel Ángel Silvestre debe de estar hasta el gorro de ser el sex symbol del momento, el que hace ceder los elastiquillos de la ropa interior desde quinceañeras a matronas que coquetean con el bótox. Pero El Duque de Sin Tetas sabe que sin su personaje no sería nadie. Silvestre quiere oxigenarse, lavarse el pellejo, buscar nuevos caminos que le den prestigio y haga ver que es algo más que un torso proporcionado. Sin pasta no hay paraíso, pero le merece la pena escapar de un personaje que comienza a estrangularle.

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