Manuel Díaz 'El Cordobés' aclara si se cambiará el apellido y adopta el de su padre, Benítez
Futuro del diestro
El diestro asegura que a lo largo de estos años de silencio su padre le "ha ayudado a su manera"
¿Quiénes "torcían" la reconciliación de Manuel Díaz 'El Cordobés' y su padre?
"Estoy viendo a nuestro padre", el reencuentro entre hermanos de El Cordobés
Manuel Díaz El Cordobés ha querido tener hoy una prolongada y sosegada sesión con los medios para detallar todo lo vivido en los últimos días en su encuentro y reconciliación con su padre, Manuel Benítez El Cordobés, tras años de litigios, pugnas y desdenes. Tras el abrazo en público y después de varios encuentros anteriores, con disculpas y charlas donde han sido muy importantes la participación de las respectivas parejas, Virginia Troconis y Mari Ángeles, no caben reproches.
El diestro ha respondido a los medios presentes, aunque en principio se dijo que no habría preguntas. Sobre si cree que su padre debió ayudarle en su carrera como torero, el hijo lo tiene claro: "Me ha ayudado, a su manera. Llegar yo hasta aquí ha sido mérito suyo también", acepta.
Díaz revela que tras años de distanciamiento y silencio, está ante un persona "excepcional". Y también feliz. "Está feliz, con sus nietos. Es cariñoso y generoso. Supera las expectativas", asegura como resumen de cómo ve a su padre tras el abrazo público. A us vez quiere agradecer todo lo que fue apoyo y discreción de su madre, por quien también tenía que luchar para reclamar su honestidad y el respaldo de su esposa: "Virginia es la columna vertebral de mi vida, todo lo consensuaba con ella", ha explicado sobre estos años de briega en los juzgados.
"Yo cambio de apellido, si él me lo pide", pero Manuel Díaz no quiere entrar ahora en más incógnitas futuras sobre cuestiones personales. No es lo prioritario para él, pero está abierto a complacerle y a compensar lo no vivido.
Sobre la herencia y aspectos similares, El Cordobés hijo asevera que "no necesita más reconocimientos. Vengo a sumar y a aportar". "Hablamos de mucho de toros, sin reproches, hablando el mismo idioma", relata Díaz.
Sobre el encuentro y ante los años perdidos, el hijo expresó al padre: "ojalá me pudiera quitar diez años de mi vida para dártelos a ti". "Venga, dámelos", fue la respuesta con aspavientos del padre, respondiendo así a su arrepentimiento de no haber reaccionado de forma favorable antes.
"La máquina la he puesto en ganar tiempo. La del tiempo perdido ya la tengo parada", es la metáfora lanzada por Manuel Díaz para mirar ya siempre hacia adelante.
Lo importante para todos los implicados es el refuerzo en autoestima y cariño de todos. "Apareció un niño pequeño dentro de mí, os lo juro, no sabía ni que existía y estaba ahí escondido, callado y esperando. Virginia dice que yo me metía debajo del brazo de mi padre, no podía evitarlo, tenía una fuerza dentro, quería evitarlo pero no podía, me metía debajo y ponía mi cabeza sobre su pecho", ha confesado Manuel Díaz sobre lo vivido en esos momentos de reconciliación donde "se paró el tiempo" entre "emociones incontrolables".
"Le dije 'oye, ¿cómo te llamo? es que la palabra papá no la tengo interiorizada en mi vida, tengo mamá, hermano, pero papá no. ¿Te va a importar?", dudó ante su padre. "¡Qué me va a importar!", fue la respuesta, aunque todo está en desarrollo de asimilación. Han sido semanas de tantas emociones que han de digerir lo vivido y sentido.
Y queda la estampa de los abrazos de los hijos de Manuel Díaz hacia su abuelo. Afectuosos también en el encuentro
"¿Tú sabes por qué ellos te quieren? Porque yo les he enseñado a quererte", fue la aseveración del hijo que siempre mostró una generosidad y respeto hacia su padre pese a los largos años de no ser aceptado por él.
También te puede interesar
Lo último