Doña Letizia ya está en Palma. Mucho se había especulado en las últimas horas acerca del paradero de la Princesa de Asturias, todo una incógnita para la prensa que esperaba su llegada y las de sus hijas, las infantas Leonor y Sofía, de forma inminente. La esposa del Príncipe Felipe, a la que no se le esperaba oficialmente hasta el próximo martes 6 -cuando se celebrará la tradicional cena con las autoridades baleares que presiden los Reyes-, aterrizó en la isla ayer junto a sus hijas. Su primera actividad fue reunirse con la Reina y la infanta Elena para la entrega de diplomas de la Escuela de Vela de Calanova, donde los nietos de los reyes -a excepción de las infantitas- han recibido un curso durante esta última semana. El acto ha hecho posible algo casi insólito que es reunir a los ocho nietos de los Reyes.
Para su primera aparición pública, doña Letizia ha optado por un conjunto de pantalón tobillero amarillo, camiseta blanca y sandalias. Las infantas Leonor y Sofía vistieron shorts en color blanco y camiseta; de rayas marineras en el caso de la mayor y estampado floral en el de la benjamina. Ambas lucieron, como cada año, las tradicionales abarcas menorquinas.
La familia llegó a la escuela repartida en dos vehículos; la Reina conducía uno de ellos, con doña Letizia como copiloto, y doña Elena el otro, con las hijas de los Príncipes en los asientos traseros. Una vez en el interior del centro, doña Sofía presidió esta entrega de diplomas a los participantes en el curso, entre ellos sus propios nietos.
Una vez terminada la entrega todos salieron al embarcadero, donde Leonor y Sofía protagonizaron la anécdota de la jornada asomándose junto a su madre a contemplar unos peces, que se disputaban unas migas de pan. Leonor y Sofía se convirtieron, como era de esperar, en las reinas de los flashes. No es habitual ver a las hijas de los Príncipes y en cada una de sus apariciones públicas el cambio físico en ellas es muy evidente. En esta ocasión, ha llamado la atención el estirón que en los últimos meses ha dado la pequeña Sofía, casi tan alta como su hermana Leonor. Después, las niñas se reunieron con sus primos para una fotografía de grupo en la que también posó su madre, su abuela y su tía Elena. Una estampa familiar que ha inaugurado oficialmente el verano de la Familia Real española en Palma de Mallorca.
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