Los 100 helados diferentes que te sorprenden en este supermercado
La firma Lidl presenta novedades en un alimento que aporta "dosis de felicidad" si se consume con moderación
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Imagina el murmullo de las olas rompiendo en la orilla, el aroma embriagador del protector solar, las risas compartidas bajo el sol ardiente y ese crujido inconfundible al morder un helado. Estos pequeños instantes son los que tejen la magia del verano, despertando emociones y desempolvando recuerdos que nos hacen sonreír. Pero, ¿y si un helado no fuera solo un capricho, sino una puerta a una experiencia sensorial inolvidable?
La firma de supermercados Lidl lo hace posible este verano con un surtido de 100 helados bajo sus marcas Gelatelli y Bon Gelati, diseñados para deleitar todos los sentidos. Tomar un helado es una experiencia multisensorial. Desde las texturas cremosas que se deshacen en la boca hasta coberturas crujientes que estallan al morderlas.
¿Algunos de esos nuevos sabores para descubrir este verano? Los helados con sabor a caramelo Pez de limón. O el pistacho con chocolate blanco o el de masa de galletas. ¿Un toque exótico? El maracuyá te transportará a una playa tropical. Y para los nostálgicos, los clásicos como chocolate, caramelo o tarta de queso nunca fallan.
Con formatos que van desde conos y paletas hasta sándwiches y tarrinas, entre el centenar de propuestas hay un helado para cada momento y estado de ánimo.
Lidl va más allá con su gama High Protein combina placer con bienestar, ofreciendo tarrinas y barritas altas en proteínas y bajas en calorías, perfectas para quienes buscan cuidarse sin renunciar al disfrute. Estos helados son una invitación a saborear el verano sin tanta culpa, satisfaciendo incluso a los paladares más exigentes.
Y pese a las calorías, si sabemos tomarlos con moderación, haciendo ejercicio ¿por qué un helado nos hace tan felices? No es solo su sabor, sino una danza de ciencia y sensaciones. Los helados, ricos en triptófano (un aminoácido presente en los lácteos), estimulan la producción de serotonina, la famosa “hormona de la felicidad”, según se detalla desde la clínica Universidad de Navarra. Este neurotransmisor eleva el ánimo y nos envuelve en una sensación de bienestar. Además, el dulzor activa la liberación de endorfinas, encendiendo el circuito de recompensa en el cerebro, como confirman estudios científicos.
La magia no termina ahí: la neurogastronomía, respaldada por expertos como Charles Spence de la Universidad de Oxford, revela que el placer de un helado nace de una sinfonía de sentidos: el crujido de la cobertura, la frialdad que acaricia el paladar, la cremosidad que se funde y el aroma que evoca recuerdos. El olfato, conectado directamente al sistema límbico, puede transportarnos a veranos de la infancia con solo oler una paleta. Según la Universidad de Sussex, esta combinación de estímulos convierte al helado en un potenciador emocional único, mucho más intenso que otros alimentos.
Entre las joyas de la corona de Lidl está el Bon Gelati de vainilla Bourbo, en tarrina, galardonado en una cata a ciegas con 200 consumidores por su sabor y textura. Este helado se llevó los premios a “Preferencia sensorial” y “Preferencia sabor-precio”, consolidándose como una opción sublime para los amantes de las experiencias premium.
Para los que buscan un clásico con un toque crujiente, el almendrado de chocolate con leche (en paleta, en pack de 6) es un imprescindible. Su cobertura de chocolate con trocitos de almendra y su corazón cremoso de vainilla son una explosión de texturas que despiertan sonrisas en cada mordisco. Y si se sigue la tendencias, el nuevo Gelatelli de pistacho y chocolate blanco (paleta, en pack de 4) combina una cobertura crocante con una cremosa base de pistacho, perfecta para los fans de este fruto seco en auge.
Los más nostálgicos adorarán las paletas de caramelos Pez (en pack de 4), que recuperan el sabor a fresa y limón de los mini-caramelos, evocando recuerdos de infancia.
Y para los que prefieren compartir, las tarrinas de chocolate belga, turrón de Jijona o masa de galleta y brownie son ideales para una sobremesa veraniega inolvidable.
Un helado no es solo un postre; es un potenciador de felicidad, un disparador de recuerdos y un estímulo para los sentidos. Con su surtido de verano, Lidl invita a sumergirte en una experiencia gastronómica que combina ciencia, placer y emoción. Desde el primer crujido hasta el último lametazo, cada helado está diseñado para hacerte sonreír. ¿Listo para descubrir el sabor de la felicidad?
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