Problemática

En peligro el relevo generacional de los Patios de Córdoba: "Mi hijo dice que le demos por saco"

Virginia Molina (derecha) junto a su hijo Víctor en el patio Frailes, 6.

Virginia Molina (derecha) junto a su hijo Víctor en el patio Frailes, 6. / Miguel Ángel Salas

"Mi hijo dice que le demos por saco a los Patios". Así de contundente manifiesta su descontento Virginia Molina, propietaria del patio Frailes, 6, perteneciente a la ruta de San Lorenzo. Y es que su hijo Víctor Urbano de 18 años cursa primero de Percusión en el Conservatorio Superior de Música Rafael Orozco de Córdoba y desde los últimos años "ha perdido completamente la ilusión" de mantener la herencia familiar de conservar y preparar año tras año su patio.

El motivo no es nada personal, sino todo lo contrario. Este tiene que ver con que, al recibir anualmente la ayuda que entrega el Ayuntamiento de Córdoba a cada Patio, los propietarios por ley pierden la oportunidad de optar a ninguna beca del Estado. Así lo defiende el Real Decreto 154/2022 del Gobierno de España, el cual establece umbrales de renta y patrimonio familiar que tienen que ver con el régimen de becas y ayudas al estudio personalizadas.

"La suma de todos los rendimientos netos reducidos del capital mobiliario más el saldo neto positivo de todas las ganancias y pérdidas patrimoniales pertenecientes a los miembros computables de la familia no podrán superar los 1.700 euros", dice el decreto. A cada Patio que se presenta a concurso le corresponde una ayuda de unos 2.700 euros, por lo que sus propietarios, al recibir la subvención, superan los umbrales de patrimonio como establece el decreto y, por tanto, el Estado no les puede conceder ninguna beca de estudio.

Es decir, como la ayuda municipal es mayor a 1.700 euros, ya no optan a ninguna subvención sea cual sea la renta familiar. Esta situación, por tanto, se ha convertido en un problema para propietarios como Virginia. En este caso, su hijo Víctor lleva varios años intentando pedir una beca para continuar sus estudios de música -"que requiere de mucho dinero para comprar y cuidar su instrumento"- y esta no se le concede por la ayuda que su madre recibe como dueña de Frailes, 6.

"El espíritu de los Patios como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad somos nosotros y si esto sigue así, de aquí a unos años no habrá relevo generacional y tampoco patios porque se están cargando a las generaciones futuras", advierte Virginia, quien lleva exigiendo una solución desde hace años tanto al Consistorio, como a la Junta de Andalucía y al Gobierno, pero "ninguna asume responsabilidades".

Aunque la problemática es económica, realmente va más allá. Como reivindica Virginia, las administraciones no valoran como es debido el "trabajo y esfuerzo" que tiene mantener cada patio para que en su apertura sea ese atractivo turístico tan deseado y que este 2023 ha registrado cerca de un millón de visitas. La ayuda que el Ayuntamiento de Córdoba da a cada propietario tan solo "palia mínimamente los gastos y el trabajo que esta labor tiene". Para colmo ahora, en palabras de la propietaria: "Esa ayuda se ha convertido en un suplicio".

"Nos dicen que el Gobierno está revisando la ley, pero la realidad es que todo sigue igual y se lanzan la pelota unos a otros ante este problema que viene de hace unos seis años para acá. Las ayudas que nos dan realmente no nos cubren nada y ahora van a conseguir que nuestros hijos no tengan ganas de continuar en el futuro y se queden sin relevo. Cada vez hay más patios de asociaciones y no de familias y vecinos", denuncia Virginia Molina, quien encabeza las protestes, pero no es la única damnificada.

Virginia Molina junto a su hijo Víctor. Virginia Molina junto a su hijo Víctor.

Virginia Molina junto a su hijo Víctor. / Miguel Ángel Salas

En el patio Alvar Rodríguez, 11, de la ruta de San Lorenzo también afecta en gran medida esta problemática. Aquí la propietaria María Prieto ya actuó de la manera más extrema y lamentablemente salió perjudicada. Y es que lleva dos años negando el premio que debe recibir por parte del Ayuntamiento para el cuidado de su patio solo para que este no le repercuta en Hacienda y sus hijos Fátima y Juan puedan recibir su correspondiente beca de estudios.

María solo quiere que sus hijos, mellizos y estudiantes de Medicina en Córdoba y de Ciencias del Deporte en Granada, "saquen buenas notas y trabajen de lo que quieren". Aunque los dos "tienen vocación" para cuidar de su patio, su madre asegura que "si la ayuda del patio es un perjuicio para sus estudios, no les va a hacer ilusión coger un relevo tan duro como este en el futuro".

"Es injusto, pero estamos rodeados de injusticias en todos lados. Fui la primera a la que le pasó esto de la beca, pero he tirado la toalla aunque apoye la lucha y no quiero la subvención. Los políticos pasan del tema, solo quieren venir aquí a echarse la foto y da coraje porque esto lo hago para enseñarlo al mundo y no por dinero, pero se aprovechan de ello", lamenta María, quien seguirá abriendo su recinto como ha hecho este 2023 y cuidándolo como nadie pese a no recibir la ayuda municipal.

Su vecina Ángela María Gómez también está inmersa en la misma lucha. Ella es la dueña del patio Alvar Rodríguez, 8 y sus hijos se encuentran estudiando Psicología y un grado de Estética y Belleza. Pese a que llevan cinco años solicitando una beca para sus estudios, no la reciben por culpa de la ayuda que le corresponde a su familia por el cuidado de los patios. Como admite Ángela, años anteriores las administraciones hicieron "una excepción" para concederles la beca, pero, a día de hoy no es así y acaban "llamando a un sitio y otro hasta que al final te aburren y dejas de intentarlo".

"La ayuda que dan no es nada para nosotros, que somos prisioneras de un patio que cuidamos y del que casi no podemos salir ni para irnos de viaje. Nuestros hijos ven nuestra lucha y creen que no merece la pena. A eso estamos llegando, a que pierdan la ilusión quienes tienen que mantener esto vivo", denuncia Ángela María.

Un llamamiento al Ayuntamiento

Con la dificultad que llevaría conseguir que el Gobierno modificara los requisitos del decreto o que la Junta de Andalucía hiciese una excepción con las subvenciones a quienes día a día trabajan para que esta festividad conocida mundialmente siga trayendo miles de turistas al año a Córdoba, la solución más adecuada y rápida para Virginia tras muchos meses de investigación pasa porque "el Ayuntamiento declare la ayuda que dan para el mantenimiento de los Patios como una indemnización".

Que en vez de un premio sea una indemnización podría acabar con esta problemática que pone en jaque el futuro de este Patrimonio Inmaterial de la Humanidad declarado por la Unesco. Es por eso que algunos propietarios hacen un llamamiento al Ayuntamiento de Córdoba y, a la espera de respuestas, por el momento Virginia Molina ha puesto en marcha una recogida de firmas online.

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