Mayo Festivo

Viernes de Feria en Córdoba: el show debe continuar

Un grupo de amigas, ante la portada de la Feria.

Un grupo de amigas, ante la portada de la Feria. / Juan Ayala

Hace una semana que Lara -la niña protagonista del cartel de las Fiestas de Mayo- encendió la portada con su pulgar. La Feria de Córdoba ha sido un sprint. Han pasado siete días corriendo, como un encierro de Jandilla en San Fermín. Con sus momentos de agobio, de emoción y de temple en una sevillana bailada a fuego lento. Es viernes de feria, primero y único, porque Lara pulsó el botón a las 00:00 del sábado y hasta que no se alumbra la portada se considera previa.

"Hoy se me va a olvidar hasta mi nombre", aseguraba Laura en broma, amenazando con aparcar su "yo" más responsable después de haber estado toda la semana trabajando.

Poco ha condicionado que haya elecciones municipales el domingo a quienes tenían entre ceja y ceja que se querían alejar el segundo fin de semana de feria, como marca la tradición para muchos cordobeses. El efecto se mide en que la cantidad de votos por correo se ha disparado en un 16,5%. 

El ambiente en el El Arenal se veía mermado por el desfase del miércoles y el jueves. Parecía un western dondetras la tempestad, se respiraba la calma: poquita gente por las calles y la mayoría de camino a las casetas donde tenían reserva para comer. Algunos charcos hacían notar el diluvio que había caído a primeras horas de la mañana, pero en las manos lucían abanicos que se agitaban arriba y abajo como escudo ante el bochorno.

El menú de tarde de algunas casetas reactivaba la fiesta en la Feria de Córdoba. El grupo Versión 2.0 tenía programado para este viernes una sesión triple de conciertos en la caseta Gazpacho (a las 18:00, 21:00 y 01:00), mientras que El Califa Jerezano repetía actuación a las 17:30 en La Villa de Verde y Albero. 

A falta de cordobeses de la capital, siempre son buenos los refuerzos que llegan desde la provincia para que no decaiga la feria. Durante el segundo fin de semana es tradicional la presencia multitudinaria de jóvenes que llegan con el inconfundible acento de la campiña cordobesa y otras comarcas. "Venimos de La Rambla y nos quedamos en el piso de un amigo que estudia aquí en la universidad", afirmaban dos jóvenes. 

También es día de feria para los cordobeses exiliados en otras partes de España que redondean en rojo solo los dos fines de semana que alberga la semana grande de mayo. A más de uno le costará invitar a una ronda para que sus amigos, "hartos de toda la semana", le concedan un último día en la feria, reconoce Alejandro, que trabaja en Madrid. 

Por la calle del Infierno pasean las parejas de la mano y aprovechan algunos padres para montar a sus niños en los cacharritos que les prometieron el miércoles y no pudieron por las colas. Qué relativo es un viernes: de tranquilidad, de resaca, de ganas de fiesta...

Cae la tarde y los autobuses de Aucorsa siguen descargando gente en las inmediaciones de El Arenal. El show debe continuar. Queda un día más, y además juega el Córdoba CF en El Arcángel. No será por excusas.

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