El dispositivo de seguridad establecido con motivo de la Feria de Córdoba se ha visto reforzado con la presencia de los medios aéreos de la Policía Nacional este miércoles, día de presencia masiva en El Arenal con motivo de los botellones celebrados por los jóvenes y el día de descuentos para los niños en las atracciones. Los agentes han sobrevolado drones y un helicóptero este miércoles sobre la ciudad. 

El uso de drones, que han demostrado ser una herramienta muy útil en múltiples campos, se ha disparado en los últimos años tanto a nivel profesional como particular, explica la Policía Nacional, que agrega que en muchos casos existe todavía un gran desconocimiento sobre aspectos importantes como donde y cómo pueden volar o qué permisos o requisitos se exigen para cumplir con la normativa vigente y evitar posibles sanciones que, además, son muy a elevadas por estar equiparadas a la aviación civil.

Lo habitual es que usen los drones profesionales como herramienta fotográfica, en obras y reformas o estudios. Sin embargo, son muchos los campos en los que se pueden utilizar, y ya no hay una solicitud que extrañe, por ejemplo, se usan en bodas, reportajes de imágenes de promoción turística de la ciudad y obras.

En la Policía Nacional, fue en el año 2020 cuando se dieron los primeros pasos para la creación una unidad especializada de Agentes de Seguridad y Protección Aérea (Aspas). En Córdoba se cuenta con un Policía que forma parte de esta joven unidad, a la que se irán sumando más agentes, apoyado constantemente, por el equipo Aspas de la Jefatura Superior de Andalucía Occidental, con sede en Sevilla.

Un helicóptero sobrevuela la Feria de Córdoba.

En Córdoba, Lucena y Cabra, se realizan unas 40 a 45 maniobras mensuales con drones, supervisadas por el equipo Aspas de la Policía Nacional. En los primeros cinco meses del año 2023, han sido más de 200 operaciones aéreas las supervisadas.

También participan en los dispositivos de seguridad que se establecen ante concentración de masas (Semana Santa, Feria, eventos deportivos) y visitas de autoridades a la ciudad, tanto volando drones policiales, para garantizar la seguridad del espacio aéreo en el que se desarrolla el evento, como utilizando un avanzado dispositivo electrónico (parecido a un fusil) cuya función principal es interferir las comunicaciones, concretamente las que se realizan constantemente entre el dron y el piloto que lo está controlando a distancia. El número de vuelos en Córdoba, varía dependiendo de la época, porque para volar un dron han de darse unas condiciones mínimas, además de un tiempo favorable. Mensualmente, se hacen una media de 40 o 45 vuelos.

En las zonas protegidas, se puede volar, aunque es necesario comunicárselo al Ministerio del Interior, que lo distribuye a la Policía Nacional para controlar que el vuelo es seguro y cumple con las normas. Córdoba capital, por ejemplo, cuenta con un espacio aéreo controlado, por lo que se necesitaría una coordinación con el aeropuerto. Los agentes que integran esta joven unidad a nivel nacional han recibido una formación especializada que los ha capacitado para asumir las funciones de policía administrativa de aviación civil enfocada, sobre todo, al tema de drones.

Los agentes explican el funcionamiento del equipo.

La finalidad es la de fortalecer la seguridad pública en general y la seguridad aérea y operacional en particular y, para ello, velan por que los vuelos se ajusten al contenido de diferentes normativas, como la Ley de Navegación Aérea, la Ley de Seguridad Aérea, el Reglamento de Circulación Aérea, el Real Decreto que regula la utilización civil de drones, así como la aplicación de la Ley de Protección de la Seguridad Ciudadana, el Reglamento Europeo de Protección de Datos de Carácter Personal o el Código Penal. Esta formación ha sido impartida por expertos de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea, Aena, Enaire, Senasa, la Comisión de Investigación de Accidentes de Aviación Civil, el Ejército del Aire del Ministerio de Defensa, representantes del Ministerio de Justicia, de la Secretaría de Estado de Seguridad, y de diferentes unidades y especialidades de la Policía Nacional.

Las funciones del equipo Aspas en la provincia del Córdoba son varias. La primera es la coordinación de vuelos en las zonas del ámbito de la Policía Nacional (solicitar la documentación al operador y comprobar que el vuelo se realiza con seguridad); la segunda se refiere a su participación los dispositivos de seguridad policiales en visitas de personalidades, manifestaciones o eventos con gran afluencia de público en los que utilizan una antena portátil con un inhibidor que sitúan en una zona elevada y que tiene un alcance de unos cinco kilómetros.

Además, desde 2019 está en marcha un Sistema Global Contra Drones, para su localización y, en caso de ser necesario, su neutralización. Por último, su tercera misión es, el apoyo a misiones policiales aprovechando el amplio alcance de los drones y el bajo coste que suponen.

Indicativo Cóndor: el helicóptero de la Policía Nacional

Por otra parte, además de la presencia del Equipo Aspas, la Policía cuenta con la presencia del helicóptero del Servicio de Medios Aéreos de la Policía Nacional para incrementar la seguridad desde el aire; comenzando su historia en 1975 con la formación de sus primeros pilotos de helicóptero de la Policía en la Escuela de Pilotos de Helicópteros del Ejército del Aire, en la Base Aérea de Madrid - Cuatro Vientos, donde inicialmente se ubicó la Unidad.

Los helicópteros del Indicativo Cóndor son los ojos de la Policía Nacional desde el aire, un apoyo crucial en operaciones tan distintas cómo seguimiento de vehículo a la fuga, búsqueda de desaparecidos, detención de miembros de bandas organizadas y otros delincuentes peligrosos, localización de plantaciones de marihuana.

El Equipo Cóndor, con sede en la base periférica de Sevilla, ha estado en diversas ocasiones tanto en Córdoba como en Lucena y en Cabra, prestando sus servicios en ambas comisarias en dispositivos de seguridad como la visita de distintas autoridades, entre ellas los reyes de España o el presidente del Gobierno, entre otros, para dar seguridad y protección desde el aire en espectáculos de masas, apoyo a operaciones policiales, principalmente en materia de tráfico de drogas y crimen organizado, apoyo en la búsqueda de desaparecidos y en ocasiones labores de prevención de la seguridad ciudadana.

En el aire, siempre tiene que haber dos miembros de la tripulación: un comandante y un copiloto; además de un operador audiovisual que maneja desde su puesto de control en el interior del helicóptero una gran cámara de cabeza esférica, forma que presenta para reducir el impacto del viento. Las imágenes que recoge se pueden transmitir en directo a los indicativos en tierra.