Mayo Festivo

Miércoles de Feria en Córdoba: Entre el botellón y los cacharritos

Los jóvenes ocupan el lugar destinado al botellón mientras otros muchos llegan a la Feria de Córdoba.

Los jóvenes ocupan el lugar destinado al botellón mientras otros muchos llegan a la Feria de Córdoba. / Miguel Ángel Salas

"Hola, soy Paco y éste es mi primer rebujito". Son las 19:00 en el botellódromo de la Feria de Córdoba, y Paco y sus amigos acaban de acampar en la zona con las bolsas cargadas de vino blanco y sevenup -la mezcla del kalimotxo andaluz-. El colega lo graba con el móvil dando el primer sorbo para constatar en vídeo la evolución de la jornada, imitando el reto que encumbró a un tal "Pepillo" en las redes. Parecen una despedida de soltero, todos con las camisetas iguales: "Ahora después vamos a tirar un penalti".

El miércoles de Feria es día de botellón sin complejos en el Balcón del Guadalquivir. Es una de las imágenes de la Feria, para bien o para mal. Lo certificaron los fotógrafos corriendo de regreso a sus trincheras para retratar instantáneas que podrían editar en un libro de ¿Dónde está Wally?

Hace muchos años que el Ayuntamiento de Córdoba permite la práctica controvertida del botellón -erigida ya en tradición, incluso atracción para jóvenes de fuera-, y después de haber sobrevivido firme a los rumores y bulos de otros años, sobre posibles prohibiciones o cambios de localización, no iba a ser tampoco éste, a las puertas de las elecciones municipales, cuando se tomaran decisiones contrarias. Eso sí, la tolerancia no impedía que la seguridad fuera mayor en el perímetro. Agentes de policía se apostaban en las rampas de entrada para realizar cacheos y no dejar entrar a menores de edad; a su par, también se encontraban desplegados los habituales operativos de Cruz Roja y Protección Civil.

Otro miércoles más los universitarios pusieron a competir su creatividad a ver quién estampaba el mejor eslogan en su camiseta, dando continuidad a una especie de concurso extraoficial de la UCO. "Yo no soy sustrato, pero te quiero enzima""Repasamos Anatomía, en tu casa o en la mía", "Beethoven era sordo y yo voy ciego", "Ojalá me dieses tan fuerte como el calentamiento global".

Varios jóvenes, en una de las atracciones. Varios jóvenes, en una de las atracciones.

Varios jóvenes, en una de las atracciones. / Miguel Ángel Salas

 

Las atracciones también gozaron de su protagonismo, en el mítico Día Infantil, con tiques más baratos y funcionando más tiempo. A primera hora de la tarde era posible cumplir las pretensiones de montarse en cualquier sitio, pero como era de prever, las colas empezaron a estirarse hasta donde la paciencia no llega. Frente a la taquilla del Ala Delta, unos padres trataban de convencer a sus hijos de que era "mejor ir otros días porque los cacharritos duran más".

En el ambiente de la calle del Infierno se ve reflejado el fin de la excepcionalidad que describió Ana Iris Simón en su libro Feria. Volver allí de adulto es chocarse con los recuerdos de la infancia, como tirar de pequeño un penalti en la Feria. "Tres euros por dos tiros", anunciaba el hombre que custodiaba el balón en sus manos... "Si metes los dos escoges la bufanda del equipo que quieras", incitaba al público allí parado. Finalmente no hubo goles, pero merecieron la pena los tres euros por devolver un minuto de la infancia.

Tiempo suave y recepciones

El tiempo cumplió sus previsiones y no cayó una gota. Suena raro, pero está siendo la tónica habitual de esta Feria. El sol se apoderó del miércoles, pero sin asomarse a las altas temperaturas que han precedido las semanas anteriores, permitiendo disfrutar de una agradable jornada en El Arenal.

Recepción de la Diputación de Córdoba en la caseta de La Merced. Recepción de la Diputación de Córdoba en la caseta de La Merced.

Recepción de la Diputación de Córdoba en la caseta de La Merced. / Miguel Ángel Salas

En la víspera de los días festivos que muchos trabajadores y estudiantes disfrutan en Córdoba por la Virgen de la Salud, tuvo lugar la recepción de la Diputación de Córdoba en la caseta de La Merced. A las puertas de unas elecciones que pueden provocar cambios en la corporación provincial, su presidente, Antonio Ruiz, brindó por el cuerpo de trabajadores de la institución -"por su esfuerzo y dedicación"-, de los que se despidió agradecido tras los "años años especiales" de su mandato. 

A ella se sumaron otras recepciones como la Asociación de Joyeros, Plateros y Relojeros, o la de AJE (Asociación de Jóvenes Empresarios), donde se dieron cita varios miembros del gobierno municipal, entre ellos el alcalde, José María Bellido.

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