Mayo Festivo

Encuentros de un lunes de Feria de Córdoba lejos del bullicio

Encuentros de un lunes de Feria de Córdoba lejos del bullicio.

Encuentros de un lunes de Feria de Córdoba lejos del bullicio. / Juan Ayala

Son las 10:00 de la mañana y el soniquete de las ruedas de las maletas, rebotando contra el adoquinado de las calles del Casco Hhistórico de Córdoba, rompe el silencio de una ciudad que se despierta de la resaca del primer fin de semana de Feria. Los últimos turistas huyen camino de la estación y dejan vía libre a los cordobeses -y sobre todo a los cordobitas- para disfrutar de El Arenal en su semana grande.

El lunes, la Feria de Nuestra Señora de la Salud da su primera vuelta de tuerca. No hace falta más que visitarla para comprobarlo. Los tres primeros días -viernes, sábado y domingo- siempre sirven para desfogar las ganas -más aún después de tres años- y la segunda semana se templa, se vive, se disfruta.

La Feria de Córdoba es de las más largas de Andalucía y, para el que la frecuenta anualmente, se divide en tres tramos: reventar-sobrevivir-vacaciones. In that order, al estilo Gareth Bale. Los últimos años, al menos, la decadencia de la feria taurina, anclada al último fin de semana, daba juego, oportunidad de continuar en la ciudad. Ahora, traspasada al primero, el cordobés taurino dispone de menos motivos para no escaparse.

Precampaña en El Arenal

El centro de Córdoba se vacía un lunes y El Arenal se convierte en escenario de trabajo. Sobre todo, para políticos en precampaña de las elecciones andaluzas del 19-J. Entran y salen de casetas: Abrazos y palmaditas en la espalda. Las recepciones en la Feria de Córdoba se prolongarán durante los siguientes días, como viene siendo habitual.

En el menú del lunes, los candidatos del PP de Córdoba para conseguir un escaño en el Parlamento andaluz, Beatriz Jurado y Adolfo Molina, estuvieron en la recepción de la Federación de Sindicatos Independientes de Enseñanza (FSIE) en la caseta Entrevarales, en la de PTV Córdoba y en el almuerzo del Foro de Empresarias y Profesionales, en la caseta La de Siempre.

En el plano local, a las 14:00, la delegación de Servicios Sociales, con la concejala al cargo, Eva Contador, recibió con un almuerzo en la Caseta Municipal a las personas mayores de ayuda a domicilio y sus respectivos cuidadores, donde también estaba Fepamic. Lunes y martes a mediodía, con calles desiertas y transitables, son los mejores días para que aquellas personas que frecuentan menos la feria puedan disfrutarla.

Recepción institucional en la caseta de La Prensa. Recepción institucional en la caseta de La Prensa.

Recepción institucional en la caseta de La Prensa. / Juan Ayala

De 16:00 a 21:00 se instauraba la normativa de reducción de ruido que la delegación de Inclusión y Accesibilidad, de Bernardo Jordano, ha recuperado de la última edición, especialmente en la calle del Infierno, para favorecer la estancia de personas autistas, Una medida que también se llevará a cabo durante la jornada del martes y a la que se suman otras como la “experiencia piloto” que da preferencia de acceso en atracciones a los menores con discapacidad.

También tuvo cita la habitual recepción de la Asociación de la Prensa (caseta La Prensa, calle Guadalquivir), a la que asistieron miembros de todos los medios de comunicación y representantes de las distintas administraciones (Ayuntamiento, Diputación, Junta y subdelegación del Gobierno).

Día para cordobeses

Con menos bulla de lo habitual, las familias y compañeros de trabajo acudieron al recinto ferial después de la jornada laboral. El tiempo respetó, fuera ya de la salvajada de calor del sábado, y las mujeres se vistieron de gitana.

La tradición manda en la visita de la familia Pedraza a El Arenal cada lunes. Llegan por la tarde y se quedan a cenar. Pilar se viste de flamenca, por primera vez antes del jueves, cuando lucirá nuevo vestido, previsto desde hace dos años. Son los coletazos de un vacío de dos años sin celebración.

Se reunirán con más familiares y amigos, “para eso está la feria”, comentan y entonces notarán la subida de los precios en este tipo de reuniones, hasta un 10% más puede alcanzar, según algunos caseteros que se han visto obligados a repercutir los precios en el cliente por la factura de la luz y materiales.

A la hora del almuerzo, la estampa es de lleno total. Muchas casetas han cerrado todas sus reservas semanas antes del comienzo de la feria. Atrás quedó la cultura de la improvisación, en la era prepandemia, de llegar, pisar, beber y comer en cualquier sitio.

Ahora se llevan más las reservas anticipadas. En la caseta El Picoteo, Alejandro Montoro, su gerente, afirma que desde antes de que arrancara la feria estaban completos para comer y cenar. Muchos de ellos son grupos de amigos cordobeses, como el de José Maraver, que entienden que lunes y martes son los “mejores días para venir a disfrutar en la feria porque hay menos aglomeraciones”.

Más tarde llegará el miércoles universitario y de estudiantes de instituto con el puente festivo por delante. Será el turno del botellódromo y el caos de nuevo en la feria, colas a reventar y pocos espacios. Entonces, empezarán a desaparecer los cordobeses del mapa que se buscan hueco en dos días, lunes y martes, que ni los políticos se pierden.

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