El Mayo Festivo comienza en abril y de la mano de la Cata del Vino Montilla-Moriles 2023, que, como cada año, marca el inicio de las fiestas en Córdoba y lo hará en esta XXXVIII edición con importantes novedades, empezando por su lugar de celebración: la Plaza de Toros de la ciudad, además de una reducción importante en la agenda de actividades para dejar espacio al disfrute entre amigos y familia, menos aforo, la tarea pendiente de controlar las colas que se hacen fuera del recinto y el homenaje póstumo a Ginés Liébana.  

Será una Cata importante para el Consejo Regulador de las D.O.P. Montilla-Moriles y Vinagre, que se juega el éxito de esta edición con el obligado cambio de emplazamiento. Este viernes ha sido presentado el cartel oficial y sus novedades por el presidente del Consejo Regulador Montilla Moriles, Javier Martín, el alcalde de Córdoba, José María Bellido; el delegado de la Junta en la provincia, Adolfo Molina; el presidente de la Diputación, Antonio Ruiz, y la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela. 

La cita está más que arraigada en Córdoba y significa el inicio de la esperada primavera y sus fiestas, que este año se desarrollará del 19 al 23 de abril, por lo que aún con el cambio de lugar y la reducción de aforo que ha traído consigo esta decisión, pues el espacio se reduce solo al ruedo del Coso de los Califas, los cordobeses han conseguido agotar ya las entradas para la jornada del jueves por la noche, con la venta de 2.500 entradas. Hasta este 14 de abril se habían vendida ya más de 4.500 de las 10.000 disponibles online y repartidas entre los cinco días. 

El aforo es de 2.500 personas en simultáneo en las instalaciones, que miden 2.000 metros, un número que "será revisado constantemente" para ver si es posible que sigan entrando personas que adquieran las entradas en la puerta, aunque será la seguridad la que maneje la situación, han indicado desde la organización. 

Montaje de la Cata en el ruedo de la Plaza de Toros.

Para atajar las colas que normalmente se hacen a las puertas de la Cata, Martín ha pedido la colaboración de los cordobeses para que tengan a mano el código QR de la entrada y poder así aligerar la entrada. Javier Martín ha asegurado que en la mitad de los casos las largas filas son provocadas por la retención del público en las puertas, mientras que la otra mitad son personas intentando entrar sin contar con los tickets. Además, la organización va a abrir media hora antes para "intentar meter el mayor número de personas en menos tiempo". 

Seis restaurantes y 25 bodegas son las que participan en esta edición 2023, que estará plagada de visitantes de fuera de Córdoba y profesionales especializados en el sector, que buscan "disfrutar de la Cata". Según el presidente del Consejo Regulador la edición de este año pretende ser "el escaparate de nuestros vinos" para empresas "que quieren conocer de primera mano el producto y los hábitos de los consumidores", una realidad que experimentan durante esta cita, escuchando los comentarios y viendo las actitudes del público. Esta ha sido la razón para reducir el calendario de actividades que acompañan a la cita cada año, que se reducen a unas diez incluidas las catas y el corte de cinta y recepción de autoridades. 

Desde la organización han enfatizado en que se trata de una cita "de promoción" más que de beneficio económico, todo ello por las dudas que genera el cambio de emplazamiento para el éxito de la Cata, que ya se ha sabido adaptar a años complejos como el de la pandemia y a cambios importantes en la forma de consumir vino, que los ha obligado a reducir el porcentaje de alcohol en sus productos para adaptarse a los más jóvenes. 

Operarios trabajan ya en el montaje de las carpas.

El presidente de la Diputación de Córdoba, Antonio Ruiz, ha aprovechado la ocasión para mostrar que se siente "un poco extraño" de no poder este año disponer del Palacio de la Merced para la cita por las catas arqueológicas que se llevan a cabo en el patio. Sin embargo, ha expresado que "no se desliga la relación y la colaboración que mantenemos con la D.O.P, este año se intensifica con un trabajo compartido e intenso durante para promocionar el producto". Además, Ruiz ha asegurado que para la institución provincial "es una prioridad y obsesión que se ponga en valor aquello que es un producto de excelencia que genera empleo, riqueza y un desarrollo muy ligado al territorio" de la Campiña Sur.

En la misma línea se ha querido pronunciar la delegada del Gobierno de España en Córdoba, Rafaela Valenzuela, que ha ofrecido las cifras del sector en Córdoba. La D.O.P. Montilla-Moriles es una de las más antiguas del país y tiene inscritas 1.772 hectáreas para 54 bodegas en 17 municipios del Sur de la provincia. Su actividad comercial  supera los 35 millones de euros y más del 90% del vino está destinado al consumo interior, siendo las ferias de Andalucía un mercado clásico para las marcas.

En el marco de fomentar el producto propio, Valenzuela ha querido recordar que el Gobiernos de España cuenta con ayudas específicas para el sector vitivinícola con 200 millones de euros anuales destinados en la inversión de las empresas, así como la modernización y la internacionalización del sector, un apartado, precisamente, en el que están muy interesados desde el Consejo Rector, que quiera llevar los vinos cordobeses más allá de Andalucía y España. 

En la misma línea se ha pronunciado el delegado de la Junta en Córdoba, Adolfo Molina, que ha querido resaltar las subvenciones de reestructuración al viñedo de Andalucía, que se pueden solicitar hasta el 24 de abril, mientras que el alcalde, José María Bellido, ha expresado la importancia que tiene Montilla-Moriles para la idiosincrasia del cordobés y sus fiestas en Mayo, vinculadas también al mundo taurino, aún más este año.