A las maneras de Rosendo y Sinatra
La crónica del primer sábado de Feria de Córdoba
El primer día grande de la última cita del Mayo Festivo Cordobés es el del comienzo del rosario de recepciones y una jornada elegida por las familias y amigos para llenar las casetas y el recinto ferial
El el casi centenar de casetas que hay este año en la Feria de Córdoba es muy difícil, vamos, imposible, que se escuche a Rosendo o a sus Leño cantando el mítico himno del rock urbano Maneras de vivir, tan difícil como escuchar la no menos mítica My way –A mi manera– interpretada por Frank Sinatra. Aunque en este último caso sí es posible que, como ocurre el primer sábado de Feria en la caseta de El Esparraguero, escuchar la versión asevillanizada que de ese tema –que en su día compusiera Paul Anka– grabaron los asiduos musicalmente hablando en estas citas Siempre Así.
El espíritu de esas canciones, no obstante, sí que reina, aunque ellos y ellas no lo sepan, entre quienes estos días se citan en El Arenal. Porque como defienden Jorge López, Ana Isbert, Antonio Ruiz, Toñi Soto, Isabel Crespo, Anthony King, Inés Vallejo... cada cual vive la Feria a su manera el primero de los días grandes de la misma y todos los demás. Desde Jorge López hasta Inés Vallejo –y los centenares de personas que se resumen en los anteriores tres puntos suspensivos– forman parte de ese vendaval humano que antes de las 14:00 ha empezado a llenar El Arenal para continuar la gran fiesta que comenzó horas antes, en la medianoche fronteriza entre el viernes y el sábado.
“Hoy igual viene menos gente que ayer, porque lo de anoche... anoche hubo muchísima gente y mucha de ella de fuera de Córdoba; tengo que decir que no ha habido incidencias que reseñar”, comenta el teniente de alcalde de Seguridad Ciudadana, Emilio Aumente, antes de emprender la marcha hacia la caseta del PSOE, donde los socialistas ofrecen una recepción a la militancia, simpatizantes y profesionales de los medios de comunicación. Aumente pasa junto a la Caseta Municipal, en la que un coro romero empieza a amenizar la jornada mientras se escucha la a veces incómoda percusión para los romeros que desprende el montaje del escenario donde a las 00:00 Carlos Goñi y su banda, Revólver, va a ofrecer más de dos horas de puro rock and roll en directo.
La Caseta Municipal, como muchas otras, empieza a llenarse en el día propicio para ello, de familias “que venimos a echar el día en la Feria, mañana no se trabaja”, relata Jorge López. “¿Que cómo vivimos el primer sábado de Feria? Pues a nuestra manera, como todos los años. No sé si estoy en lo cierto, lo cierto es que estoy aquí, como cantaba Rosendo”, insiste antes de que Ana Isbert le pide a la mujer de Jorge, su hija y su suegra que posen para una foto. Ana es una fotógrafa “de Barcelona, con ascendencia cordobesa” y se define como “una afín a las tradiciones; suelo recorrer parte del país haciendo fotos en citas como esta, y luego monto exposiciones”.
La madre, la hija y la mujer de Jorge antes han cumplido con el ya ritual de inmortalizar la visita a El Arenal con un selfi junto a la fuente de al lado de la portada de Feria, que alivian a los selfiantes segundos de calor. Y antes de decidir dirigirse a la Caseta Municipal han pasado por las casetas de La Merced y el Buen Suceso, casetas vecinas a cuyas puertas invitan a pasar a todas aquellas personas que pasan junto a ellas en una especie de pulso dialéctico para llevarse el gato al agua, que en esta ocasión es el posible cliente a la barra o a la mesa. “Que Dios les bendiga, mujeres; pasen, que tenemos todo a los mejores precios”, ataca el invitador de La Merced junto a un cartel que reza que un plato de pinchos más patatas y pimientos sale en oferta a 2,50 euros.
“Aquí sí que hay buenos precios”, contraataca el invitador del Buen Suceso, junto a otros carteles que rezan que los platos del día están a cinco euros. “Todos a cinco euros: paella, migas, guisado de carne, patatas a lo pobre...”, comenta en voz más baja a quienes pasan a su lado. “Estos invitadores los hay en muchas casetas”, refiere Antonio Ruiz, quien ha llegado a El Arenal desde Belalcázar, con su mujer, Toñi Soto, y una pareja de amigos a los que han traído a Córdoba “para que conozcan la Mezquita, y de paso nos hemos dicho, vamos a pasar un rato de Feria. “Es verdad eso de que te invitan, nos hemos comido un plato de jamón gratis en una caseta y un par de platos de bravas en otra”, apunta Antonio.
El calor empieza a apretar, casi 30 grados, y las casetas empiezan a recibir no solo a familias en un día de Feria de lo más familiar, sino también a grupos de jóvenes como el de Isabel Crespo. “¿Que cómo vivimos un primer sábado de Feria de Córdoba? Pues a nuestra manera, de despedida de mi soltera, a tope, hasta que el cuerpo aguante, hasta el infinito y más allá”, comenta vestida de algo parecido a un personaje de Toy Story. El grupo de Isabel llega desde Madrid “para disfrutar a tope de un día que no va a ser sólo de Feria, ya que vamos además a visitar otros sitios de Córdoba”, añade. De momento se arrancan por sevillanas en la caseta de El Esparraguero poseídas por unas risas que demuestra que no es el primer fino que toman.
En esa caseta también está Anthony King con su hijo Tom. “¿Que cómo vivimos un primer sábado de Feria de Córdoba? Pues te respondería con My way, de Frank Sinatra”, comenta el norteamericano justo cuando está sonando en la caseta la versión de esa canción de Siempre Así. “Venimos invitados por un amigo; también estuvimos en la de Sevilla, pero nada que ver con esta, esta es abierta y podemos entrar donde nos apetezca”, apunta Anthony, quien antes se ha permitido “el lujo de montar en un carruaje de caballos y darnos una vuelta por la Feria.
En ese carruaje se han cruzado con Pedro Manfredi, quien pasea a lomos de Babieca, su caballo, calle Guadalquivir arriba, calle Guadalquivir abajo hasta repostar en el Rincón del Caballo. “A ese caballo le va a dar algo, ¿no se da cuenta ese hombre? lleva ya una hora calle arriba calle abajo”, critica Inés Vallejo. El paseo de caballos es todos los días de Feria desde las 13:00 hasta las 20:00. “¿Que cómo vivimos el primer sábado de Feria? Hay muchas manera de vivir la Feria y nuestra manera es muy peculiar”, insiste. Inés lleva años cumpliendo el mismo ritual con sus amigas, sexagenarias ya como ella. “Ponemos un fondo común de 40 euros cada una y nos tiramos todo el día en la Feria hasta que fundimos el fondo. Eso sí, la comilona que nos pegamos es de aúpa”, insiste. “Vamos, esa es nuestra manera de vivir la Feria, pero hay muchas maneras de vivirla, cada uno tiene la suya”, puntualiza Ana.
Distintas maneras como las de quienes el primer sábado de feria acompaña a la Virgen de la Salud desde su ermita hasta la Caseta Municipal; o aquellos otros que acuden a presenciar la exhibición de enganches de tradición en el Alcázar de los Reyes Cristianos antes de que estos acaben desplazándose hasta El Arenal.
Distintas maneras como las de aquellos que solo se acerquen más tarde al concierto de Revólver o aquellos otros que se desplacen desde los pueblos, como también suele ser habitual en sábado de Feria, para vivir la noche y la madrugada en El Arenal.
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