Córdoba se blinda contra el botellón en las Cruces, que arrancan este jueves 28 de abril -hasta el próximo lunes 2 de mayo- para dar el pistoletazo de salida al ansiado Mayo Festivo. La Junta Local de Seguridad, reunida este miércoles en el Ayuntamiento, ha decidido que los entornos de la Cuesta del Bailío, Capuchinos, Santa Marina y San Andrés serán perimetrados con vallas para evitar concentraciones.

Las autoridades y Fuerzas de Seguridad han determinado que estas son las zonas que en otros años han acumulado mayoritariamente las reuniones, especialmente de jóvenes, para beber en el entorno de las Cruces. En todas ellas habrá también, además de la perimetración, un refuerzo de la vigilancia policial, que se incrementará también en San Nicolás, la Trinidad y San Hipólito, que no serán valladas, con la idea de "intentar que no se produzca el botellón", según ha señalado el jefe de la Policía Local, Antonio Serrano.

El plan de seguridad del Mayo Festivo, que excluye a la Feria, pues por sus características y complejidad tendrá una Junta Local de Seguridad "específica", contará con la presencia de casi 800 agentes. En concreto, participarán toda la plantilla de la Policía Local, actualmente integrada por 350 agentes, a los que para estos días festivos se suman los 50 que están en prácticas; 300 agentes de la Policía Nacional -uniformados y de paisano-, y 80 de la Guardia Civil, que se encargarán principalmente de controlar los accesos a la ciudad. A ellos se sumará un refuerzo de la Policía Autonómica, además de los distintos miembros de Protección Civil y otras fuerzas de seguridad.

Las medidas tomadas este miércoles, en el encuentro encabezado por el alcalde, José María Bellido, y la subdelegada del Gobierno, Rafaela Valenzuela, incluyen a las Cruces, los Patios, las romerías y la Batalla de las Flores. En total, los agentes tendrán cerca de 1.400 servicios en estas fiestas, en las que ambas instituciones apostarán por la "coordinación", siguiendo el modelo "exitoso" de la pasada Semana Santa, según ha manifestado Valenzuela, a pesar de "la gran afluencia" y las particularidades de los itinerarios.

La subdelegada ha pedido "prudencia" a los ciudadanos, a los que ha recomendado el uso de las mascarillas "cuando las distancias sean cortas para evitar el contagio", si bien ha incidido en que el propósito principal de este plan de seguridad es "evitar sobre todo incidentes". "Queremos que Córdoba dé una lección de civismo para que lógicamente los vecinos de esas zonas no sufran muchas molestias y reforzar la buena imagen que da siempre nuestra ciudad para todos aquellos que nos visitan", ha finalizado.

Participantes en la Junta Local de Seguridad.

Este llamamiento a la "responsabilidad" ha tenido continuidad en las palabras de José María Bellido, que es consciente de que "hay muchas ganas de volver a las fiestas tradicionales, pero hay que evitar que se conviertan en excesos, primero por la salud, porque el covid sigue ahí, luego por imagen de ciudad, y finalmente por el propio descanso de los vecinos".

"Hay que evitar el botellón y comportamientos incívicos, con medidas adicionales a las de otros años para evitar el botellón, con perimetraciones y mayor presencia policial", ha recordado el alcalde, advirtiendo de que "las Cruces es una fiesta para compartir, pero no para el botellón". "Vamos a estar muy atentos para disfrutar las fiestas con seguridad, pero también con el orden que todos nos hemos dado en todo el calendario que viene", ha insistido el regidor cordobés, que ha añadido que el dispositivo de seguridad se ha "reforzado respecto a años anteriores".