Secaderos | Festival de cine de Sevilla

Donde habitan los sueños

Una imagen de 'Secaderos', de Rocío Mesa.

Una imagen de 'Secaderos', de Rocío Mesa.

El primer largo de ficción de la granadina afincada en Los Ángeles Rocío Mesa (Orensanz) se suma a ese nuevo cine español enunciado en femenino que pone un pie en el terruño autobiográfico, sus gentes y acentos y otro en el diseño globalizado de ciertos modos indies salidos de los laboratorios de festivales.

A todo ello hay que sumarle la valiente incursión en el fantástico y cierta fuga experimental, lo que da como resultado un filme ambicioso, poliédrico y delicado, una fábula hecha de retazos que reconstruyen uno de esos veranos de iniciación y catarsis donde una niña y una adolescente recorren sus particulares caminos de ida y vuelta en el hermoso paisaje mutante de la Vega de Granada y sus secaderos de tabaco familiares en vías de desaparición.

Mesa compone su particular puzle impresionista dando tal vez demasiado protagonismo a esa criatura mágica mitad Miyazaki mitad Sendak que simboliza el inevitable ocaso de un tiempo de inocencia y juego que ha dado paso a la crisis, la especulación y la vida adulta. Su película funciona mejor en lo susurrado que en lo dicho o lo metafórico, y asume con éxito a los intérpretes naturales y su habla como seña de identidad para un cuento sobre las raíces, las renuncias y los sueños.