El caminar equino y el estilo vaquero fueron protagonistas en la jornada del jueves en El Arenal con la exhibición de caballistas organizada por la Caseta Doma de Campo y Criadores de Caballos. Desde mediodía decenas de jinetes, amazonas y enganches desfilaban por la calle Guadalquivir, que se convirtió en una pasarela donde se mostraron los modelos más tradicionales en doma de campo. Además, los que tuvieron mejor presentación recibieron un premio.

El objetivo de la exhibición es "que la gente guarde la tradición y que cuide el vestir", explicó Joaquín Jiménez, cuya inmobiliaria patrocina este evento que se desarrolló durante toda la tarde en el recinto ferial. Por ello, los participantes lucieron, por ejemplo, zahones (que servían en el campo como protección de las inclemencias del tiempo y de la vegetación), pantalón de vuelta, botos camperos y correas de las espuelas de color avellana como reflejo del vestir tradicional del "trabajo que se hacía en el campo", añade Jiménez, aunque luego había otro atuendo de paseo que se utilizaba en ferias, romerías o concursos y que, entre otros aspectos, se diferencia por la correa de espuela blanca que llevan los jinetes vaqueros. Como clave, colores discretos para lucir por un recinto ferial de El Arenal que se fue animando conforme pasaba la tarde.

Los valores a destacar fueron el cuidado en el vestir y la presentación del animal

Nada más entrar, los participantes pasaban por el control animal, donde un veterinario, Fernando Vega, hacía una inspección visual, los registraba y les entregaba un número con el que estaban identificados de cara a su exhibición. "Aunque la mayoría es de la capital, también llega gente de la provincia e incluso alguno de fuera de Córdoba", apuntó Joaquín Jiménez.

Los premios para los enganches se clasificaron según el tipo en fantasía (coches más clásicos), a limonera (tirado por un solo caballo), tronco (tirado por dos caballos), cuarta (por cuatro caballos) o por mula. Por otra parte, los de caballistas se dividieron en la categoría de adulto, infantil, pareja, amazonas (montando de lado) y cuadrilla (grupo de personas que comparte afición y salen juntas de paseo con sus caballos).

Caballistas y enganches fueron el centro de atención de los paseantes de El Arenal, sobre todo de los turistas extranjeros, que aprovecharon la mínima ocasión para hacer fotos a los animales e incluso algún selfie con la distancia necesaria. Y entre vuelta y vuelta por el paseo de caballos del recito ferial, una parada en la caseta Doma de Campo y Criadores de Caballos, en la calle Guadalquivir.

Mientras tanto, el veterinario Fernando Vega seguía tomando nota de los participantes que llegaban, revisando la documentación de los caballos, los seguros de responsabilidad civil (150.000 euros por caballo en montura y 300.000 por enganche) y haciendo un control visual sobre las condiciones en las que se presentaban los animales.