Feria de Córdoba

Nubes y fútbol se autoinvitan

  • El agua hace su aparición en la jornada más familiar de la Feria de Nuestra Señora de la Salud, vivida una vez más por miles de personas, incluso llegadas de otras provincias

Un par de mujeres avanzan por El Arenal bajo un paraguas.

Un par de mujeres avanzan por El Arenal bajo un paraguas. / R. Gráfico: Juan Ayala

Yasmina Santiago reparte abanicos proreciclaje junto a la portada de Feria justo desde el mediodía. Lo hizo ya el sábado de Feria y lo repite el domingo "por ser los días de mayor afluencia y los días más familiares de los que se viven aquí", insiste. Es parte de una campaña de Ecovidrio. "Estamos intentando con estos obsequios, además de aliviar estas calores, concienciar a la gente para que recicle más y cuide el medioambiente y hoy es un día propicio porque es un día familiar y vienen muchos niños", cuenta. Lo que desconoce la joven y todos los que empiezan a batir abanicos para ahuyentar a los grados centígrados de sus cuerpos es que el sol está ya algo cansado de Feria y decide marcharse para que lleguen para quedarse toda la jornada unas nubes negras que a veces se aclaran y que amenazan tormenta sin llegar a abofetear con lluvia a presión al ferial.

Por allí pasa Jaime, un niño que camina de la mano de su padre todo orgulloso con la camiseta del Córdoba. Su padre, Alberto Díaz, también lleva la suya. El Córdoba juega a las ocho de la tarde con el Almería y la familia ha decidido pasar el día en la Feria para después marcharse al partido. Yolanda les entrega abanicos a ellos y también a Laura Martín, mujer de Alberto y madre de Jaime.

El recinto se fue llenando a lo largo del día de personas con camisetas del Córdoba

Los grupos empiezan a llegar en manada y todos cumplen con el ritual del selfie o la fotografía junto a la portada. Algunos de esos grupos llegan desde distintos rincones de la provincia -como quienes portan una camiseta roja con la inscripción Fuego Latino- y otros proceden de lugares muy variados que distan bastantes kilómetros de Córdoba -como es el caso de quienes visten una camiseta en la que se lee Apaga y Vámonos. Vámonos de vacaciones-. "Nosotros venimos de Villarrubia de los Ojos [Ciudad Real]", sentencia una de las integrantes de este grupo, que se sorprende de lo que escucha al pasar por la caseta Casa Sevilla. Se para y entra. Es Pentecostés y en Casa Sevilla se celebra una misa rociera. "La caseta está petada de gente", le refiere a uno de los suyos, mientras que otros han dicho sí al reclamo de uno de los trabajadores de Casa Valle de los Pedroches, quien ejerciendo de cazaclientes a las puertas de esa caseta para la que trabaja ha sabido ingeniárselas para hacer salivar al personal al grito de "cerveza fresquita, cerveza fresquita". "Ya nos quedamos aquí a comer", se escucha a más de uno del grupo manchego.

No muy lejos de allí los cazaclientes o cazafamilias, en este caso, están también a las puertas de la caseta El Calerito. La técnica que emplean es más de gestos. Se llevan la mano una y otra vez a la boca al más puro estilo de la mímica más depurada que se traduce como "entrad y comed, que no os vais a arrepentir en absoluto".

No sólo esas, muchas otras casetas, las más familiares, como la clásica de El Cristo de Gracia [El Esparraguero] se empiezan a llenar. Es ley de Feria, porque la Feria, como casi todo en la vida, tiene sus propias fases, reglas y tradiciones. Y si la costumbre del miércoles es que los jóvenes y niños acudan en masa a El Arenal para aprovechar el descuento en los precios o la del primer día es dar la bienvenida a la fiesta con fuegos artificiales, pues la del domingo -día familiar por excelencia- es acudir al recinto rodeado de los seres más allegados para pasar un buen rato y disfrutar con ellos, despojarte de la pesada carga de la rutina y dedicarles un tiempo del que no se suele disponer entre semana o en otras épocas del año. Tras la fiebre del sábado noche, en la que la música sonó hasta bien entrada la madrugada y los grupos de jóvenes lo dieron todo en la pista de baile, toca que la jarana de paso a otro tipo de ambiente festivo, menos discotequero y más de rumba y sevillana, menos de whisky con red bull y más de cerveza y buen vino, tortilla, flamenquín y tertulia post almuerzo. En la feria no hay prisas y hay tiempo para todo. Durante el domingo , las familias son las auténticas protagonistas, y sin restar importancia a otros grupos de personas como los amigos de toda la vida, que aprovechan esta fiesta para reencontrarse, o las despedidas de soltero -muy comunes durante los últimos años en la capital cordobesa- la estampa más característica del día son padres, madres, hermanos, tíos, hijos y abuelos paseando juntos por el recinto, fotografiando el momento con sus smarthpones y, por supuesto, celebrando el encuentro con un buen almuerzo.

Muchas de esas familias almuerzan en una Caseta Municipal en la que continúa el Maratón de Coros Rocieros del XXIII Encuentro Rociero Camino del Arenal, que comenzó el sábado de Feria. Hoy domingo, en la que es la segunda jornada, es el día de las actuaciones de Las Jaras, El Arte de Nuestra Tierra, La Unión, Volver a Empezar, Amanecer de Fátima, Amigos de San José Obrero, Alminar, Yerbabuena, Cantares, Vistasierra, Aromas de Azahar y Virgen de la Cabeza. Antes, los más pequeños han disfrutado del pasacalles de animación Los Dibus de la Televisión, que ha partido desde la portada de Feria hasta llegar a la Caseta Municipal, en la que sobre la medianoche actuará Andrés Bernete con su espectáculo de copla.

Las nubes continúan autoinvitadas a la fiesta y aproximadamente a las siete de la tarde comienzan a bromear con los visitantes de El Arenal regándolos levemente. El fútbol, también autoinvitado, se palpa en el ambiente con cada vez más gente con camisetas del Córdoba, algunas de las cuales hacen cola en el estanco que regenta Javier Sanz, que está siendo una de las grandes sensaciones de la Feria "y que sirve también para erradicar el contrabando", sostiene.

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