Elecciones

El PP recupera el resuello con los resultados del 10-N a costa de perder la derecha

  • La moderación de Casado obtiene premio por el estrepitoso batacazo de Cs, aunque muy alejado del PSOE y con el aliento de Vox por el flanco diestro

Pablo Casado saluda a la militancia anoche en Génova.

Pablo Casado saluda a la militancia anoche en Génova. / Chema Moya / Efe

Las lecciones de José María Aznar, su maestro, no le valieron para nada el 28 de abril y el PP fue devorado en las urnas. Pero Pedro Sánchez dio la oportunidad a Pablo Casado de resarcirse y éste obvió a su mentor y recurrió a las maneras de su predecesor, Mariano Rajoy. Suavizó su afilado discurso, que había endurecido por la presencia de Vox, se dejó barba tras el verano para lograr una imagen más adulta, menos aniñada, y ordenó a sus lugartenientes que rebajaran el tono, salvo el verso suelto de Cayetana Álvarez de Toledo, para colocarse en 88 diputados en el Congreso después de los desoladores 66.

Casado, para el desolador panorama que se le había planteado tras los anteriores comicios puede darse con un canto entre los dientes al recuperar el resuello gracias al señor presidente... del Ejecutivo. El socialista no pudo o no quiso aliarse con su socio preferente, Podemos, después de que Ciudadanos le trasladara el "no es no". Por tanto, nuevas elecciones y bomba de oxígeno para el líder popular, que optó por un perfil más bajo y olvidar la lengua de dóberman que había utilizado previamente.

La otra bala de Sánchez

Otra bala, nuevo talante. Acertaron los asesores de Casado, que mejora en 22 los paupérrimos 66 asientos logrados en abril y roza los cinco millones de votos, aunque habiendo una participación menor en las urnas, cuando poco antes no había llegado a los cuatro millones y cuatrocientas mil papeletas.

Además, tras el calamitoso 16,69% su porcentaje creció hasta rebasar por décimas el 20%, a más de siete puntos de los socialistas pero con casi seis de margen sobre Vox, el partido que se ha alzado con la vitola de derechas de pura cepa. Por tanto, el PP recupera el resuello, pero le pisa los talones la ultraderecha, cuyos votantes no ha podido ganar Casado para la causa.

Ahora bien, para comprender bien el auge del PP hay que echar un vistazo a los irrisorios resultados de Ciudadanos, que se ha convertido en irrelevante por la derechización de Albert Rivera. Miles y miles de votantes naranjas volvieron al azul de la gaviota, a tenor de que sus posiciones conservadoras de nada valieron para que pactara con el PSOE la formación de Gobierno y presumiera con el pecho henchido de querer desbancar al Partido Popular como líder del centroderecha. El derribo de Rivera ha insuflado aire a Pablo Casado. Tan simple como eso, aunque también han volado votos a la saca de Vox desde Ciudadanos.

Andalucía, por ejemplo, es la muestra del botón de la mejora del PP, el repunte extraordinario de Vox y el descalabro de Cs. Casado ligó 15 escaños donde antes se embolsó 11, Abascal duplicó de seis a 12 su botín y Rivera bajó de 11 a tres. Otra región digna de estudio es Galicia, feudo clásico de los populares y donde Vox, el gran ganador de estas elecciones, no sumó un solo diputado. Alberto Núñez Feijóo no permitió que la ultraderecha le birlara un solo asiento en el Congreso.

El PP se llevó 10, recuperando uno respecto a primavera, e igualó con el PSOE. En Madrid también dio caza a los socialistas al lograr 10 asientos cuando en abril fueron siete. También en la Comunidad Valenciana creció de tres a cuatro y en Castilla y León rebasó de nuevo al PSOE tras haber sido superado el 28-A.Incluso en Cataluña alcanzó dos diputado después del magro asiento conseguido hace seis meses, aunque en el País Vasco se quedó huérfano de escaños, como antes, y el centroderecha nacional siguió sin rascar nada de nada.

En definitiva, Casado sale muy bien parado de esta repetición aunque quedó lejos de los sondeos internos que auguraban 110 diputados. Aun así, el PP vuelve a tener pulsaciones y ahora deberá estudiar qué planteamiento hace de cara al futuro. Muchos, empezando por el Íbex, pretenden una gran coalición a la alemana que termine con el bloqueo político y dé estabilidad al país, pero no parece ni siquiera que los populares entreguen la abstención a Sánchez, al menos por lo que se vislumbra de las palabras anoche de Casado."Hemos demostrado que estamos fuertes", empezó diciendo el presidente popular. "El PP hoy ha tenido un buen resultado electoral, pero es malo para la gobernabilidad de España y su futuro. Hemos recuperado un 33% de nuestro escaños y más de 600.000 votos. Somos claramente la alternativa al Gobierno de izquierdas. Este partido cuando alguien intenta sustituirlo siempre resurge a la altura de lo que España necesita".

"Sánchez ha perdido su referéndum y es el gran derrotado", dijo el líder popular

El presidente popular arremetió contra el PSOE: "Lamentablemente, Sánchez ha perdido su referéndum, ha fracasado y es el gran derrotado. Los españoles han hecho una moción de censura a Sánchez, para qué quería convocar elecciones si ahora lo tiene más difícil para formar Gobierno. Le decimos al PSOE que debería pensar y valorar su futuro, qué quiere hacer una vez que ha fracasado porque España no puede esperar más, no es justo que sigamos pendientes del personalismo de Sánchez porque no puede estar más bloqueada. Somos la fuerza moderada y tranquila, y defendemos la Constitución".

Abundó en que "Sánchez tiene ahora le pelota en su tejado, España no puede seguir siendo rehén de sus intereses electoralistas".

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