La corrupción agrieta la lealtad de los socios de investidura de Pedro Sánchez
Los partidos de Sumar elevan la presión entre amenazas de ruptura
Tanto el PNV como Bildu avisan de que el miedo a la derecha "ya no vale"
El andaluz Gómez de Celis ha pedido a Pedro Sánchez un Congreso Extraordinario

Pedro Sánchez resiste. O se resiste. Alguno de sus socios de investidura dudan. Y Junts, en su línea, dice que qué hay de lo suyo. Es el resumen grosso modo de la jornada con el caso Cerdán-Ábalos-Koldo, uno y trino, sobrevolando la política nacional desde la semana pasada, cuando un informe de la UCO dinamitó el tablero, aunque el jefe del Ejecutivo sigue en sus trece de no desalojar La Moncloa...
Aunque quizás sea desalojado si las muletas que lo apoyaron tras las elecciones de julio de 2023 dejan de sostenerlo. De momento, andan varias de estas formaciones soliviantadas por las inmundicias, tanto de comisiones ilegales como de citas con prostitutas, que ha desvelado la Guardia Civil y que afecta a los personajes antes citados y que han acabado con dos secretarios de Organización del PSOE.
Los partidos que integran Sumar elevaron la presión al PSOE hasta el punto de que algunos amenazaron con la ruptura mientras que otros plantearon a Pedro Sánchez que se someta a una cuestión de confianza. Fuentes de Sumar admitieron que las formaciones del grupo viven un dilema, ya que no quieren hacer nada que facilite un posible Gobierno de PP y Vox, pero tampoco se conforman con las explicaciones dadas por el presidente del Ejecutivo y le exigen medidas más contundentes contra la corrupción.
Mientras Movimiento Sumar, Más Madrid e IU se mantienen más cautos, otros como los comunes, Compromís y la Chunta Aragonesista subieron la presión. El diputado de los comunes Gerardo Pisarello dijo que la confianza con los socialistas está rota y no descartan una posible salida del Gobierno de coalición si llegan más informaciones comprometedoras sobre el caso Koldo.
Visiblemente enfadada, la portavoz de Compromís, Àgueda Micó, aseguró que Sánchez tiene responsabilidad política por haber confiado en Cerdán y en Ábalos, y le pidió un cambio de paradigma para mantener el apoyo de su formación. "Si no lo quiere hacer, o no lo puede hacer porque hay otros intereses, tendrá que darnos explicaciones, tendrá que someterse a una cuestión de confianza. Y veremos si le damos el apoyo o no le damos el apoyo", avisó la diputada, que aseguró que su prioridad ahora no es salvar a Sánchez, sino proteger a los ciudadanos. Además, informó de que esta semana decidirán si siguen en Sumar o se pasan al Grupo Mixto.
El diputado de la Chunta, Jorge Pueyo, afirmó que hay una pérdida de confianza total hacia el PSOE, al que acusó además de no haber atendido muchas de sus peticiones en lo que va de legislatura. "El PSOE ha ido por libre estos dos años, lo ha hecho maltratando a sus socios ¿y ahora nos piden que aguantemos? Pues ya veremos", declaró.
Por su parte, la portavoz de Sumar, Verónica Martínez Barbero, apuntó que hay un "profundo malestar" con el PSOE, pero subrayó que la solución "no pasa por entregar el Gobierno al partido de la Gürtel y de la extrema derecha".
A la par, aunque no juntos, alzaron ayer la voz contra Sánchez desde el País Vasco tanto el PNV como Bildu. Aitor Esteban, líder de los jeltzales, advirtió al presidente del Gobierno de que "en algún sitio hay una raya" y "no cabe todo para que no llegue la derecha" a gobernar. Consideró "muy grave" el caso Koldo, "con dos secretarios de Organización del PSOE implicados" porque "puede ser sólo el principio del hilo del ovillo".
En la misma línea, el secretario general de Bildu, Arnaldo Otegi, exigió al PSOE "un cambio sustancial y un debate sobre regeneración democrática" porque "ya no vale eso que dijo Pedro Sánchez de que el PP" es peor para sostener la legislatura.
El jefe del Ejecutivo se iba a reunir ayer con las dos formaciones independentistas catalanas, pero ERC la pospuso a hoy después del Pleno. Sí acudieron a la cita en La Moncloa dos representantes de Junts:Míriam Nogueras y Jordi Turull. Éste aseguró tras el encuentro que vinculan el apoyo al Gobierno a que garantice el cumplimiento de todo lo pactado: "Para ver si vale la pena seguir o no, tiene que detallar bien qué garantías da para el cumplimiento del acuerdo". La formación de Puigdemont, de momento, lo tiene claro: apoyo por concesiones.
Mientras, el Ejecutivo ya no pone la mano en el fuego tras quemársela varios ministros defendiendo a Cerdán. La portavoz, Pilar Alegría, afirmó que no sabe si pueden salir más nombres de miembros del Ejecutivo en la investigación, aunque por el momento trata de circunscribirlo al "triángulo tóxico", uno y trino, de Cerdán, Ábalos y Koldo.
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