Caso Nóos

Urdangarin y Torres tenían trabajadores falsos para obtener ventajas fiscales

  • Dos contables que trabajaron para Nóos, Luis Tejeiro y Carlos Medina, declaran que fueron trabajadores ficticios y, aunque estuvieron contratados, nunca cobraron nóminas.

Dos contables que trabajaron para el Instituto Nóos, Luis Tejeiro y Carlos Medina, han asegurado ante el tribunal que juzga el caso que fueron trabajadores ficticios en las empresas del grupo empresarial de Diego Torres e Iñaki Urdangarin y, aunque estuvieron contratados, nunca cobraron nóminas. El tribunal ha aplazado para este jueves la declaración como testigo prevista de Miguel Tejeiro, que fue secretario del Instituto Nóos y a quien Urdangarin y Torres han atribuido prácticas ilegales de las que están acusados ellos, después de que las declaraciones de otros cuatro testigos se hayan alargado hasta las 20:00.

La jornada de este jueves comenzará con la declaración de dos testigos por videoconferencia, Ferran Llauradó y Antonio Ballabriga, ambos ex trabajadores de Nóos, tras los cuales declarará Miguel Tejeiro, según ha anunciado la presidenta del tribunal, Samantha Romero, acerca del nuevo cambio de calendario.

Un hermano de Miguel Tejeiro, Luis, contable del bufete Medina-Tejeiro y que ha sido el primer testigo en declarar este miércoles, ha explicado al tribunal cómo Urdangarin y Torres "se llevaban el dinero que cobraba el Instituto Nóos a sus sociedades" mediante el cruce de facturas que concentraban sobre todo al final de cada ejercicio. "Sé que se hacían facturas entre ellos para sacar el dinero a sus sociedades", ha detallado sobre un procedimiento mediante el cual "les llegaba el dinero a los propietarios de las sociedades, a Diego e Iñaki para sus funciones... para quedárselo, vamos".

Luis Tejeiro ha negado que la infanta Cristina tuviera ninguna intervención, como tampoco su hermana, la esposa de Torres, Ana María Tejeiro, de quien ha dicho que "ni pincha ni corta". Además ha indicado que él jamás remitió información a la Casa Real para que supervisaran la actuación del Instituto Nóos y que no conoce al secretario de las infantas, Carlos García Revenga, a quien Urdangarin señaló como su interlocutor para dicha supervisión.

El contable ha detallado que su cuñado, "en el tema contable, lo controlaba todo hasta el céntimo", y ha explicado de qué manera Urdangarin y Torres tenían contratados en sus empresas a empleados ficticios para obtener ventajas fiscales. Los salarios eran cargados a las cuentas de las mercantiles mediante cheques al portador que se transformaban en dinero en metálico que se quedaban los dos socios y ha detallado que él mismo estuvo empleado al menos en una de las sociedades pero nunca cobró nada por ello y su salario se "ennegrecía" en favor de Torres.

También Carlos Medina, otro trabajador del bufete que realizaba la contabilidad y gestión laboral de las empresas de Nóos, ha admitido que fue empleado ficticio, contratado como administrativo por varias de las empresas de Torres y Urdangarin para las que en realidad no prestó servicios y cuya nómina, que ascendía a 300 euros, nunca cobró. En su declaración como testigo, Medina ha contado que, a veces, la documentación de las sociedades del grupo la llevaban y la traían en sobres a su oficina escoltas del marido de la infanta.

Otro testigo, Juan Carlos Molinero, que trabajó para Nóos Consultoría durante dos años, ha insistido en el "control absoluto" que tenían Urdangarin y Torres: "En Nóos había dos jefes y luego estábamos los que trabajábamos". "En Nóos no se movía un papel, un presupuesto, un documento, un contrato, un algo, sin que lo supervisasen los jefes de la empresa", ha recalcado. Molinero, que fue responsable de la oficina de marketing ligada al patrocinio del equipo ciclista Illes Balears-Banesto, ha defendido el trabajo que realizó, por el que el Gobierno balear pagó 300.000 euros, que ha dicho que de destinaron a esa función de seguimiento de la repercusión.

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