España

Sánchez pone la alfombra roja a Puigdemont para volver en julio

Pedro Sánchez visita las obras del Metro de Sao Paulo (Brasil).

Pedro Sánchez visita las obras del Metro de Sao Paulo (Brasil). / Isaac Fontana / Efe

Sonríe Míriam Nogueras, portavoz de JxCat en el Congreso, a su llegada a la Carrera de San Jerónimo;sonríe Pere Aragonès, presidente catalán, en el Parlament; sonríen, e incluso ríen, Pilar Vallugera (ERC) y Josep Maria Cervera (Junts), en la Comisión de Justicia, acompañados en la alegría por Jon Iñarritu (Bildu); sonríe el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, mientras observa las obras del Metro de Sao Paulo (Brasil), caído del caballo como San Pablo camino de Damasco desde el 24 de julio, cuando mutó su opinión sobre la amnistía -antes del 23 de julio en contra, después a favor-... y sonríe desde el fugado Carles Puigdemont, que el 30 de octubre de 2017 huyó escondido en un coche camino de Bélgica. Casi siete años después, por obra y gracia de la ley firmada por el PSOE, Junts y ERC, más el resto de socios de los socialistas, el ex presidente catalán podrá volver a casa en julio, según el pronóstico apuntado este jueves por su correligionario Jordi Turull.

Nadie esboza una sonrisa en la oposición, que clama en el desierto ante lo que consideran un abuso absoluto, una ley escrita ad hoc para librar a Puigdemont y todos los implicados en el procés de rendir cuentas ante los tribunales por los siete votos requeridos por Sánchez para amarrar la legislatura. Alfombra roja para el ex president huido.

La Comisión de Justicia aprobó -lo esperado- el nuevo dictamen incorporando las cuatro enmiendas transaccionales que el PSOE pactó con ERC y Junts. Una vez aprobado, el dictamen se elevará al Congreso, que lo verá la próxima semana; como el orden del día ya estaba cerrado y su modificación exigiría una unanimidad que ni el PP ni Vox iban a conceder, el PSOE y sus aliados forzarán un segundo pleno, el jueves 14, en el que se debata y vote la proposición de ley de forma monográfica.

Los cambios pactados acotan los delitos que no quedarán cubiertos por la medida de gracia en base a la legislación europea e internacional, dejando fuera las conductas más graves de terrorismo o traición y los delitos de corrupción si hay enriquecimiento personal. A petición de la formación de Puigdemont, se amplía también dos meses el ámbito temporal de la amnistía, que irá del 1 de noviembre de 2011 al 13 de noviembre de 2023.

La ley podría estar aprobada definitivamente a finales de mayo o principios de junio, en plena campaña de las elecciones europeas, comicios a los que se presentará Puigdemont, a quien sus afines esperan recibir en Cataluña en julio. En cualquier caso, el independentismo no frena y quiere más: "Es un día de celebración. Este acuerdo permite entrar en una segunda fase, la de abordar políticamente lo que nunca debería haber salido de la política, el conflicto con el Estado español para que los catalanes puedan votar libremente su futuro y defender su derecho de autodeterminación". Lo dice la portavoz del Govern, Patrícia Plaja, que ya adelanta que el secesionismo quiere más, y más, y más...

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