El Rey se recupera "por delante de los plazos"
Tres meses después de la operación, el médico que lo intervino señala que el Monarca podrá hacer su vida sin limitaciones y asegura que sigue usando muletas por seguridad.
El proceso de recuperación del Rey marcha de forma absolutamente satisfactoria y "por delante de los plazos previstos" cuando se cumplen tres meses de su última operación, afirma el neurocirujano que le intervino, Manuel de la Torre, quien asegura que el Monarca podrá hacer su vida sin limitaciones. En una entrevista, el doctor De la Torre explica cómo el equipo médico que atiende al Rey avanza en una "rehabilitación global" con la que ha logrado ya "una inflexión" positiva tras la situación "delicada" de la que se partía el 3 de marzo, cuando el Monarca entró en el quirófano para operarse de una doble hernia discal. "Es imposible ir mejor; todos estamos contentos, absolutamente satisfechos, entusiasmados con la evolución tan sumamente asombrosa que tiene", añade este especialista.
Prueba de ello son los seis kilómetros que don Juan Carlos recorre semanalmente dentro de sus ejercicios de rehabilitación, sin utilizar apoyos en muchos tramos, y el hecho de que los fuertes dolores de espalda que presentaba antes de la intervención hayan desaparecido por completo y ya no necesite medicación alguna: "Dolor cero" y "ni una aspirina", en palabras del médico. Si el Rey sigue utilizando muletas para caminar es por seguridad, aclara el neurocirujano, quien considera "muy secundario y anecdótico" este aspecto, porque lo importante es anteponer "la seguridad a la estética" y el equipo médico no quiere "poner en riesgo su extraordinaria recuperación por una caída o por un concepto estético". Aunque tras la intervención quirúrgica el doctor Manuel de la Torre calculó un plazo de dos a seis meses para la recuperación total de don Juan Carlos, prefiere no aventurar fechas sobre el momento en que dejará de usar muletas: "cuando llegue el momento, que llegará, será de una manera natural; los plazos son absolutamente abiertos".
Entre tanto, según el neurocirujano, el jefe del Estado muestra "un ánimo, una ilusión, una fortaleza y unas ganas de trabajar inmensas", con "mucha energía" y un "excelente humor", como corresponde a una persona "que no tiene dolor y ve que cada día está mejor". De hecho, reconoce que los médicos que le están tratando tienen muchas veces que frenarle en su voluntad de "hacer más cosas", porque él siempre va "por delante" y "muy rápido" y tiene "toda la fuerza y alegría para llevarnos a todos detrás de él".
Don Juan Carlos, a los tres meses de su última intervención, ya es "absolutamente autosuficiente" y "se maneja solo" en su vida diaria, recalca Manuel de la Torre, quien piensa que cuando complete su recuperación podrá mantener todas sus actividades oficiales, incluidos los viajes, sin "ninguna limitación en absoluto". El jefe del Servicio Médico de la Casa del Rey, Miguel Fernández-Tapia, coordina el equipo que supervisa esta rehabilitación integral del Monarca y del que también forman parte el traumatólogo Angel Villamor y el médico rehabilitador Fernando Serrano, además del propio doctor De la Torre. El trabajo de todos ellos ha conseguido dar una inflexión a la delicada situación de partida que afrontaron el 3 de marzo, después de que la recuperación de las anteriores cirugías no hubiera sido la idónea, al haber pasado el Rey "sin el más mínimo paréntesis" directamente del quirófano al trabajo. Ahora, su tarea consiste en caminar un kilómetro y medio al día, ejercicios de fisioterapia y de rehabilitación específicos para cada grupo muscular, y también ejercicios en piscina, todo ello durante cuatro horas diarias, repartidas en sesiones de mañana y tarde.
Don Juan Carlos se hizo una revisión radiológica hace un mes y, como al resto de sus pacientes, el neurocirujano le hará el seguimiento periódico habitual. A tres meses vista, y desde un punto de vista personal, el doctor recuerda como "un tremendo reto y un altísimo honor" haber operado al Rey "y más de una patología compleja de columna", si bien insiste en que, una vez en la mesa de operaciones, él se abstrae de quién es la persona y, como con cualquier otro paciente, trata de hacerlo "lo mejor posible". "Y, afortunadamente, fue todo de maravilla", concluye.
También te puede interesar
Lo último