Cumbre de la OTAN

La OTAN fijará en Madrid su estrategia ante los desafíos para los próximos años

La base militar de Adazi, a 20 kilómetros de Riga, la capital letona, acoge desde 2017 el Grupo de Combate Multinacional de la OTAN.

La base militar de Adazi, a 20 kilómetros de Riga, la capital letona, acoge desde 2017 el Grupo de Combate Multinacional de la OTAN. / Julio Gálvez (Efe)

Un nuevo Concepto Estratégico será uno de los principales resultados de la cumbre de la OTAN del 29 y 30 de junio en Madrid, el renovado documento que dirigirá las estrategias de la Alianza en los próximos años y que tendrá en cuenta la actual crisis con Rusia, la pujanza de China o las tecnologías emergentes y disruptivas.

En palabras del secretario general aliado, Jens Stoltenberg, el Concepto Estratégico de Madrid "reflejará el nuevo entorno de seguridad, volverá a comprometerse con nuestros valores y reafirmará nuestra unidad, garantizando que nuestra Alianza esté preparada para el futuro”.

En la cumbre de Bruselas de 2021, los jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN pidieron a Stoltenberg dirigir el proceso de desarrollo del próximo Concepto Estratégico, por lo que inició una fase de consultas internas sobre la evolución del entorno, el enfoque y las prioridades de la Alianza.

Además, la OTAN está dialogando con sus socios, otras organizaciones internacionales y comunidades de expertos, organizaciones juveniles, la sociedad civil y el sector privado.

Esta fase de consultas ha servido para que los aliados negocien y acuerden el próximo Concepto Estratégico, con vistas a que los dirigentes lo aprueben en la cumbre de Madrid.

¿Qué es el concepto estratégico?

La OTAN considera este documento como clave para reafirmar sus valores, objetivos y tareas: proporciona una evaluación colectiva de los retos de seguridad a los que se enfrenta la Alianza y esboza las tareas políticas y militares que llevará a cabo para abordarlos.

De ese modo, da orientaciones sobre su futuro desarrollo político y militar.

El Concepto Estratégico se revisa y actualiza periódicamente, de manera que desde el final de la Guerra Fría se ha actualizado aproximadamente cada diez años para tener en cuenta los cambios en el entorno de seguridad global y asegurarse de que la Alianza está preparada para el futuro.

Cuando se apruebe el de Madrid, será el cuarto desde el fin de la Guerra Fría, un periodo en el que los conceptos estratégicos permanecían clasificados y se renovaban cada década.

Doce años sin renovar

La última vez que los líderes aliados adoptaron un Concepto Estratégico fue en la Cumbre de la OTAN de 2010 celebrada en Lisboa.

Aquel documento allanó el camino para que la Alianza modernizara su capacidad de llevar a cabo su misión principal de defensa colectiva, la gestión de crisis y la seguridad cooperativa, al tiempo que seguía promoviendo la estabilidad internacional.

Instó a los aliados a invertir en capacidades clave para hacer frente a las amenazas emergentes, ofreció nuevas oportunidades de diálogo y cooperación con los países socios de todo el mundo, y mantuvo la puerta abierta a la adhesión a la OTAN para las democracias europeas.

Pero el mundo ha ido cambiando a lo largo de la última década y la OTAN considera que la competencia estratégica está aumentando, por lo que ha llegado el momento de actualizar el Concepto Estratégico.

El de 2010 consideraba que la cooperación entre la OTAN y Rusia tenía una "importancia estratégica" y buscaba una "verdadera asociación estratégica" con Moscú.

En cambio, las agresiones de Rusia a Ucrania, primero con la anexión ilegal de la península de Crimea en 2014 y desde febrero con la invasión del país, hacen inevitable la necesidad de modificar el Concepto Estratégico.

Adaptarse a nuevos retos

La asertividad de Rusia no es el único motivo por el que va a ser necesario renovar el Concepto Estratégico, pero es una circunstancia que va a marcar claramente el nuevo documento, según fuentes aliadas, que enfatizan que deberá reafirmar y guiar medidas concretas para reforzar los valores y principios fundamentales de la OTAN.

Stoltenberg ha avanzado que el nuevo documento preparará a la Alianza para "una era de competencia estratégica y de aumento de las amenazas a la seguridad”.

Se prevé que haga mención a China, que no aparecía en el concepto de 2010, pero cuya pujanza militar y alineación con Rusia en contra de la política de puertas abiertas de la OTAN ha puesto en alerta a la Alianza.

Tal y como ha recomendado la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, el nuevo Concepto Estratégico debe consagrar los pilares de una política común respecto a China: comprometerse siempre que pueda, competir para preservar la ventaja e independencia de la Alianza, y disuadir cuando los intereses de seguridad de los Aliados se vean amenazados.

En consonancia, la OTAN prestará más atención a la situación en la región indo-pacífica y cómo puede afectar a la seguridad transatlántica, y dará un énfasis especial a sus asociaciones.

Además, el nuevo documento también debe expresar el compromiso de la OTAN con la contribución de las mujeres a la paz y la seguridad, que no menciona el de 2010, y hacer un énfasis especial en las tecnologías emergentes y disruptivas, así como en el ámbito digital.

El terrorismo, el impacto del cambio climático sobre la seguridad y las fuerzas armadas, la disuasión nuclear como garantía última de la seguridad de los Aliados o el control de armamentos y la no proliferación, también son puntos clave que se espera estén recogidos en el documento.

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