Feijóo golpea a Sánchez con la impopularidad de la amnistía

El candidato del PP propone agravar las penas de malversación y aprobar un nuevo tipo de delito para penar la deslealtad constitucional

¿Cuántas sesiones de investidura ha habido en España?

Alberto Núñez Feijóo, este martes en el Congreso de los Diputados.
Alberto Núñez Feijóo, este martes en el Congreso de los Diputados. / Juan Carlos Hidalgo/Efe
J. M. Marqués Perales

26 de septiembre 2023 - 13:58

Ha sido como una réplica, una respuesta adelantada, un golpe anticipado al contrincante. El discurso de investidura que ha pronunciado Alberto Núñez Feijóo este martes en el Congreso de los Diputados es la contestación a una posibilidad real, la de que Pedro Sánchez pueda ser investido presidente del Gobierno en el plazo de unas semanas con el voto de los independentistas catalanes a cambio, básicamente, de una amnistía para todos los delitos relacionados con el proceso independentista de 2017.

"No voy a defender la amnistía, tengo principios, límites y palabras", ha sentenciado el líder del PP en los primeros minutos de su intervención. Ni amnistía ni fórmulas análogas, ha matizado. Y para terminar: "Soy un presidente de fiar para el pueblo y para esta Cámara, yo sí".

Antes de explicar los seis pactos de Estado que propone si fuese presidente del Gobierno, Feijóo ha rodeado todos las razones en favor de la amnistía para negarlas. Y ha subrayado que es él quien está legitimado para presentarse ante el Congreso para reclamar su apoyo, puesto que fue el ganador de las elecciones generales. En contra de lo que ha sostenido el PSOE, ha dicho: "Somos más, somos infinitamente más". Y es que Feijóo no sólo cuenta a los votantes del PP, de Vox, de Coalición Canaria y de Unión del Pueblo Navarro, cuyos diputados son los que van a votarle, sino que da por hecho que hay muchos electores socialistas que no están de acuerdo ni con la amnistía ni con nuevos refrendos de autodeterminación.

Todos los sondeos publicados hasta ahora muestran un amplio rechazo de la opinión pública a la amnistía, incluso entre los votantes del PSOE. Feijóo ha ido a más al subrayar que, incluso si Sánchez gana una futura investidura, le será muy difícil gobernar si no habla con el PP, porque los populares son mayoría en el Senado, gobiernan en 12 comunidades, en las dos ciudades autónomas y en una mayoría de municipios. A Pedro Sánchez se ha dirigido al censurarle: "Su actitud nunca cambiará la mía, ni sus desprecios".

"Señor Sánchez, su actitud no cambiará la mía. Ni sus desprecios"

Esta legislatura ha arrancado con una inversión de los tiempos, todos dan por hecho que el líder del PP perderá esta investidura y que el socialista ganará la siguiente, y por eso Feijóo ha dedicado la parte central de su discurso a subrayar que la amnistía no es justa, no es constitucional y no es digna. Hay una inversión también porque quien tiene más posibilidad de convertirse en presidente del Gobierno es el candidato que ha quedado en segundo lugar en las elecciones generales del 23 de julio. Si ocurre así, será la primera vez en el período democrático que un presidente del Gobierno de la nación no sea el primero, sino el segundo, gracias a que suma las alianzas parlamentarias necesarias.

Núñez Feijóo no sacará adelante la investidura, pero otra cosa es que fracase, el riesgo es alto porque se da por hecho que no obtendrá más de 173 votos, pero su discurso ha venido a dificultar aún más la concesión de Sánchez a la amnistía, porque buena parte de su parlamento ha sido de amplio espectro, ha ido en las dos direcciones hacia la derecha y hacia la izquierda, porque es sabedor de que la amnistía solicitada por Carles Puigdemont es impopular entre los socialistas.

Cita a los socialistas

"Esta es la respuesta -ha indicado- que habrían tenido todos los secretarios generales del PSOE, hasta usted [por Pedro Sánchez], incluido su antecesor, el señor Rubalcaba, también lo hubieran hecho Adolfo Suárez, Felipe González, José María Aznar y Mariano Rajoy, incluso Rodríguez Zapatero en algunos momentos, que nos pidió el apoyo para rechazar el plan Ibarretxe."

Feijóo ha mantenido la tesis de que él también podría ser presidente del Gobierno si accediese a las peticiones de Junts, el partido de Carles Puigdemont. "Tengo a mi alcance los votos para ser presidente del Gobierno, pero no acepto pagar el precio que me piden por ello", ha indicado.

"Ser gallego es mi forma de ser español, pero estoy harto de etiquetas de buen y mal gallego, catalán o español"

El candidato del PP sostiene que los acuerdos con los independentistas catalanes no sólo llevarán a una amnistía que considera ilegal, sino a la apertura de una brecha de desigualdad entre los españoles en función de las comunidades donde vivan. Las reclamaciones de Junts y ERC sobre posibles pactos fiscales abundan, desde luego, en esa diferenciación. "En lo que en mi dependa, España será una nación de ciudadanos libres e iguales", ha señalado.

Feijóo se ha referido a su visión plural de España y al uso de lenguas cooficiales en el Congreso, que ha sido la primera victoria de los nacionalistas en la apertura de esta legislatura: "Ser gallego es mi forma de ser español, tengo dos idiomas, sé que España es diversa, pero estoy harto de etiquetas de buen y mal gallego, de buen y mal catalán, de buen y mal español".

El candidato del PP ha propuesto incluir un nuevo tipo de delito en el Código Penal, el de deslealtad constitucional, similar al que hay en otros países europeos y que vendría a llenar el vacío dejado por la supresión del de sedición, acordado por el anterior Gobierno de Pedro Sánchez con ERC. También se ha comprometido a incrementar las penas de malversación de fondos públicos de acuerdo con su gravedad. La rebaja de las penas de este delito estaba incluida en el acuerdo alcanzado con los independentistas y que tuvo su hito principal en la concesión de los indultos a los líderes encarcelados.

El discurso de Feijóo estaba lleno de peligros para su liderazgo y, al menos, esta prueba ha quedado superada. No obstante, y por el si acaso, el líder del PP ha contado con la presencia en la tribuna de invitados del Congreso con casi todos los presidentes autonómicos del PP.

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