La presidenta del grupo de Ciudadanos en el Parlamento de Cataluña, Inés Arrimadas, ha reclamado este martes un nuevo presidente de la Generalitat con las "manos limpias de corrupción" y ha lanzado un guiño a aquellos sectores del catalanismo reformista que consideran una "locura" el proyecto independentista.

En el inicio de la segunda jornada del debate de investidura en el Parlament, la nueva jefa de la oposición en Cataluña ha desgranado las razones por las cuales su grupo votará esta tarde en contra de la investidura de un Mas al que ha acusado de falta de "credibilidad", "mala gestión", incapacidad para luchar contra la corrupción, fomentar la "división" de los catalanes y refugiarse en el "victimismo". En una intervención principalmente en castellano, con un último tramo en catalán, Arrimadas ha alertado a Mas de que su apuesta por la independencia "pone en peligro" el autogobierno catalán: "Cuando llama a la desobediencia y a la insurrección no cuela, usted es un hombre de orden", ha afirmado.

Justamente en el fragmento de su discurso en catalán, ha hecho un "llamamiento a muchas personas del catalanismo, que piensan" que la hoja de ruta hacia la independencia "es una locura", a regresar a la senda reformista. Arrimadas ha reconocido la "contribución" de CiU en la política española durante más de tres décadas: "España también es obra de CiU", ha puesto de relieve la líder parlamentaria de Ciudadanos, que ha admitido que "alguna cosa ha hecho bien", aunque ahora Mas quiere "abandonar el 'seny' que durante tanto tiempo ha defendido".

Según Arrimadas, Mas "pasará a la historia como el presidente que se ha cargado CDC, el partido que durante muchos años ha sido capaz de aglutinar una gran mayoría social y política en Cataluña", y además "ha roto la federación de CiU, que parecía indestructible". A ese catalanismo reformista es al que se ha dirigido Arrimadas, para subrayar que la "única línea roja" a la hora de buscar puntos de encuentro es el "respeto a la legalidad democrática": "Podemos estar de acuerdo en muchas cosas", ha asegurado.

La manera de evitar que el Parlament "se divida en dos", ha remarcado, es dar prioridad a medidas en los ámbitos económico, social o de lucha contra la corrupción, "defender un mejor sistema de financiación", mejorar la red de Cercanías y abrirse al "diálogo" dentro del Parlament para alcanzar "consensos y reformas". A su juicio, quien debe encabezar la "alternativa política" al soberanismo no puede ser "la persona que nos ha llevado hasta aquí". Tiene que ser, ha dicho, alguien con las "manos limpias de corrupción", que dé "estabilidad" al país, emprenda "reformas dentro de Cataluña y participe en las reformas en el conjunto de España", llame al "consenso político" y se sitúe en la "centralidad".

Arrimadas ha recriminado a Mas que en su discurso de ayer no pronunciara "la palabra corrupción" pese a que su partido tiene "15 sedes embargadas" y a su tesorero, Andreu Viloca, "en prisión". "Un presidente que no se atreve a hablar de corrupción y que niega que exista no puede luchar contra esta lacra", ha añadido Arrimadas, que ha recriminado a Mas que no plantee ninguna iniciativa para "despolitizar la justicia".

Frente a las insinuaciones de Mas sobre las maniobras de las "cloacas del Estado" para ensuciar el nombre de Convergència en pleno proceso soberanista, ha recordado que los registros en las sedes y las últimas detenciones tienen su origen en una denuncia de una exconcejal de ERC de Torredembarra (Tarragona). Arrimadas ha acusado a Mas de "utilizar el sentimiento de la gente que se ha creído" sus argumentos sobre la viabilidad de la independencia, pese a que él "sabe que todo lo que está diciendo es mentira". "Estamos muy cerca de tener un presidente de España que sea catalán, mucho más cerca que de la independencia", ha afirmado Arrimadas, en alusión al líder de Ciudadanos, Albert Rivera.