“En el deporte, como en la novela negra, no sabes qué va a ocurrir”
Luis García-Rey | Periodista deportivo
Luis García-Rey (Vigo, 1981) es un popular periodista deportivo, que ejerce de presentador en Deportes Cuatro, los fines de semana, desde hace más de una década. También es conocido por su participación en el programa El Pelotazo (Cope). ‘Axel’, editada por Espasa, una historia teñida de negro y repleta de ritmo, drogas, sexo y rock and roll, en su Galicia natal, es su primera novela.
–Convénzame para entrar en una librería y comprar su novela.
–Lo bueno que tiene Axel es que la empiezas y la vas a acabar seguro, porque te atrapa desde la página uno, no tienes que leer las cincuenta primeras. Ya en la página dos dices: la voy a acabar y llegas a la 573, que es el objetivo que tenía cuando comencé a escribir.
–Su novela es un baño de realismo y de contemporaneidad. ¿Es la novela negra la nueva novela social?
–He pretendido actualizar el género y llevarlo a nuestro presente, porque hay que atrapar a los lectores más jóvenes. Y seamos sinceros, no lo vamos a hacer mejor que los clásicos. Me apetecía hacer algo más moderno, más actual, más para todos los públicos.
–¿Como se pasa de la crónica deportiva a la novela negra sin caer en fuera de juego?
–Hay que desmarcarse bien. La clave es no perder de vista a tu compañero, y arrancar justo cuando… En realidad, se trata de un proceso muy natural, porque un periodista tiene algo de escritor y si te fijas en el deporte, lo más atractivo que tiene es la página en blanco. En cada partido, aunque juegue el líder contra el último, tú no sabes qué va a pasar. Y eso también ocurre en la novela negra.
–¿Axel (Nash), el protagonista que da título a su novela, es ficción o realidad?
–Ficción, toda la novela es ficción, pero Axel tiene cosas mías, y tiene cosas que me gustaría tener. A mí, a veces, me gustaría ser de otra manera, y ya que yo no soy capaz, porque tengo miedos, que lo sea Axel. Y así cosas que yo no sé decir, Axel no se calla nada. Yo me callo mucho más que Axel.
–¿Lorena Galván, Loor (la agente compañera de Axel), es una mujer empoderada o sólo tiene muy mal genio?
–Es una mujer empoderada porque está agotada de que le digan lo que tiene que hacer, cómo se debe comportar o cómo tiene que ser. Ha reventado y sabe que no tiene nada que perder. Y eso es bueno para ella y muy peligroso para los demás.
–¿Se iría con Axel a un derby gallego, a un Dépor contra el Celta?
–Pero con la camiseta del Celta, por supuesto (risas). Axel es de Vigo, y es del Celta, pero no es especialmente futbolero. Reconozco que echo mucho de menos el derby gallego con el Dépor en Primera, que sin duda era el día más divertido del año.
–Vigo es una nación, cantaba Siniestro Total, ¿lo suscribe?
–Sí, claro. Vigo es una tierra muy especial y con una personalidad muy fuerte y con un gran amor propio, que yo creo que es su principal característica. La gente de Vigo adora a su ciudad, la quiere muchísimo, y eso me encanta. Y Siniestro Total, con el gran Julián (Hernández) a la cabeza, es un grupo histórico. Aquí un superfan.
–¿La víctima es un conocido periodista deportivo, tan mal se lleva con su profesión?
–No, no, para nada, es pura ficción. De hecho, es justo al contrario, es uno de los contrastes de la novela. Yo, en mi profesión, estoy rodeado de amigos. Me encanta ir a la tele, me encanta ir a la radio, y me siento como en una familia, con mis compañeros y con la competencia, con los que viajo con frecuencia, cuando el Madrid o Barça juegan en Europa, o cuando toca cubrir un gran evento, en Varsovia o en Qatar. Y son días de convivencia, como si fuéramos una gran familia.
–¿Se ha inspirado en algún compañero, pasado o presente?
–Pero no del mundo de la radio. Una de las cosas que está ocurriendo es que todo el mundo se busca en la novela, incluso mis amigos, a los cuales les tengo que explicar que es ficción y nadie es nadie. Sí es cierto que incorporo detalles de personas que conozco a mis personajes. Pero salvo la madre de Axel, que es exactamente igual que mi madre, no hay ningún personaje fidedigno.
–En la novela hay morriña, ¿se la ha trasladado usted?
–Sí, lo reconozco, soy una persona nostálgica. Echo de menos mi tierra, ya que en Vigo tengo a mi familia, a mis amigos, hermanos y sobrinos, y además tengo la genética morriñosa muy dentro de mí.
–Póngale un sabor, un color y un olor a su novela.
–El color, evidentemente, es el rojo, como la portada. Hay mucha pasión, y no sólo sexual. Axel huele a mar, aunque una parte transcurra en Madrid, pero está muy presente en sus páginas. Y sabe a buen restaurante, ya que Axel es un tipo al que le gusta ir a buenos sitios. Es que en Galicia se come de arte.
–¿Todos tenemos un Jarvis (uno de los protagonistas de la novela) en nuestras vidas?
–Es una hipérbole de gente que conocemos. Es un personaje tarantiniano, tiene conversaciones rocambolescas, es un miserable auténtico y también es un perdedor. Y todos conocemos, pero espero que no muy de cerca, a gente parecida. Es un tipo que en alguna ocasión te va a sacar una sonrisa, y en otras vas a desear matarlo.
–Hábleme de sus lecturas.
–El género negro me encanta. Mi gran referente es Domingo Villar, que también es paisano, que ha fallecido recientemente. Me gusta mucho Jo Nesbo, su Harry Hole me parece un personaje redondo. De hecho, yo he intentado con Axel hacer un Harry Hole español. Pero Hole es mucho Hole. También me gusta mucho, fuera del género, Elena Ferrante, una autora que recomiendo a todo el mundo.
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