Loto Gómez-Aleixandre | Empresaria de escuela de idiomas

“La inteligencia artificial libera a los profesores”

  • Su academia usa inteligencia artificial para la enseñanza de idiomas en Granada

Loto Gómez-Aleixandre en su escuela de idiomas de Granada.

Loto Gómez-Aleixandre en su escuela de idiomas de Granada. / ACEIA

Pasó su infancia en África. Loto Gómez-Aleixandre (Madrid 1985), de Flor de Loto, nació en Madrid y pasó toda la infancia en África (Uganda, Costa de Marfil y República del Congo), en colegios británicos y franceses, por el trabajo de su padre en la exportación de café. Creció bilingüe y adora los idiomas y la educación. Vive en Granada, donde montó hace 10 años su academia de idiomas B1 B2 Academy, tras una experiencia de dos décadas en el mundo de la formación. Su interés en las causas sociales le llevó a constituir una asociación para proyectos europeos de cooperación internacionales, integra otra asociación en África y colabora en causas sociales. Se ha formado en sistemas educativos con diferentes metodologías. Hizo la carrera de Trabajo Social y está terminando la de Pedagogía. Le encanta el arte y pintar porque le relaja y distrae, y señala que la creatividad es una cualidad idónea para trabajar en la educación de niños. Viajar es otra de sus pasiones.

–Su academia usa inteligencia artificial para la enseñanza de idiomas

–La inteligencia artificial no es más que una herramienta, igual que trabajamos con ordenadores o con pizarras digitales, que complementa el trabajo del profesor, cuya labor es irremplazable. Si se utiliza de manera efectiva, aligera la carga de trabajo de  los profesores.

–¿Comparte el temor de que la inteligencia artificial (IA) acabará con el profesorado de idiomas?

–Hay preocupación por que elimine determinados puestos de trabajo, pero todo puede representar una amenaza o una oportunidad en función de cómo se utilice. En educación creo que la figura docente nunca va a desaparecer porque los seres humanos aprendemos de otros. La inteligencia artificial puede complementar y ayudar, simplificando muchos procesos. La figura del docente que se preocupa por el alumno, que está pendiente sobre todo en edades más tempranas, no puede desaparecer. Podrá haber un profesor con 20 robots dentro de un aula, pero la figura del profesor siempre estará y la inteligencia artificial ayudará a personalizar aún más la enseñanza y proporcionar una guía más sólida sobre cómo abordar las tareas. La presencia humana es insustituible por una máquina, pero esta máquina puede ayudar y facilitar la tarea del docente.

–¿Desde qué año usáis la inteligencia artificial?

–Empezamos con programas de corrección y, desde hace un año y medio o dos años, la implantamos como parte del funcionamiento de nuestra academia. A los profesores les acorta el tiempo de preparación de materiales, de programaciones y de correcciones, lo que les permite dedicar más tiempo al alumno o a los padres y eso se traduce más calidad.

–¿Qué ventajas aporta en el aula?

–Todavía se está testando y queda mucho por probar pero, a grandes rasgos, con la inteligencia artificial el profesor saca tiempo para interactuar con el alumno adulto y guiarle más. En alumnos jóvenes, todo lo que tenga que ver con nuevas tecnologías les motiva.

–Supongo que el profesorado necesita cursos específicos de formación

–La tecnología requiere de mucho interés por parte del docente hasta que se domina y se le saca partido. Tenemos la suerte de que nuestro equipo de trabajo es joven, dinámico y con mucha motivación.

–¿Para qué otros fines aplican la IA?

–El gran boom ha sido ChatGPT, herramienta que ofrece un sinfín de posibilidades. Queremos seguir explorando pero, por ahora, la inteligencia artificial la podemos aplicar al diseño de campañas publicitarias y a recursos dentro del aula. Queremos que todo eso se traslade al alumnado y a los colegios con los que trabajamos, que repercuta en un bien común.

–La autonomía en el aprendizaje es vital...

–La tendencia es que sea una educación más autónoma en la que se aprenda por competencias, que se trabajen los intereses personales del niño y del adulto. La inteligencia artificial permite al profesor organizar todo de una forma mucho más individual y personalizada que de otra manera sería imposible.

–Los expertos destacan la importancia de leer y escuchar a la vez el idioma que aprende para captar los sonidos

–Por supuesto. Para un aprendizaje completo se deben trabajar todas las competencias: leer y comprender son tan importantes como acostumbrar el oído a los sonidos de ese idioma. El aprendizaje de un idioma es un proceso continuo, no memorístico: un profesor que te presta atención en una academia, irse a otro país, conocer otra cultura, ver una película en otro idioma, esforzarse por entender, escuchar una canción que te gusta en otro idioma...

–¿La implantación de la IA en idiomas se generalizará?

–Hoy prácticamente todos los centros de idiomas tienen formación online, presencial e híbrida. La formación online da muchísima comodidad a los adultos, pero hemos visto que tras la pandemia la gente está volviendo a preferir presencial. Con la inteligencia artificial puede pasar algo parecido: dará pronto el salto dentro de poco y su implantación será más amplia.

–La Asociación de Centros de Enseñanza de Andalucía (ACEIA) organiza el 3 y 4 de noviembre una formación sobre inteligencia artificial en el aula

–Todos los centros de ACEIA apuestan por innovar y por estar a la última de lo que se hace en el mercado. La inteligencia artificial interesa por el nivel de desarrollo tan rápido que tiene, que abruma, y, por otro, por el cambio social tan grande que supone. Se va a abordar su uso en las aulas, hasta qué punto es beneficioso o no, y los problemas relacionados con el uso excesivo de la tecnología.

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