Ni la Guardia Civil se libra del servicio secreto38 21

lEl férreo dispositivo de seguridad que rodea a la primera dama de Estados Unidos no hace distinciones. Si ve un coche sospechoso o que suponga un riesgo, lo registra. Y da igual que pertenezca a la Guardia Civil de Tráfico. Eso le ocurrió ayer a dos agentes del Instituto Armado, cuyo vehículo estaba parado cerca de la terminal de autoridades a la que llegaron Michelle Obama y su hija Sasha. Varios miembros del equipo de la Casa Blanca revisaron los bajos e incluso el interior del coche patrulla. De nada valió la protesta local: "¡Que somos de la Guardia Civil!". Michelle Obama, con gafas de sol y vestida de negro, y Sasha aterrizaron hacia las 10:30 en el aeropuerto de Málaga a bordo de un avión oficial de Estados Unidos. De inmediato subieron a un coche todoterreno negro y marcharon en dirección a un complejo de lujo en Benahavís, una renombrada estación balnearia junto a Marbella.

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