Luis A. Zamora | Dietista y nutricionista
"Las lentejas no dan caché"
-Y todo comenzó con un plato combinado...
-Sí (risas). En ese momento recibí críticas constructivas del jurado y con el paso de las semanas fui progresando. Me fui superando a mí mismo, quise mejorar en todo. Cuando quedaban cinco concursantes no me podía creer que estuviera aguantando tanto. Llegar a la final fue otro espasmo. Y ya, para rematar, pues no me esperaba ganar en ningún momento. He estado varios días en una nube, no he asimilado el triunfo, pero estoy muy contento y orgullos de haber llegado hasta aquí y muy agradecido de esta oportunidad.
-¿Se esperaba la repercusión del programa?
-Para nada. Está siendo muy a lo grande. Me siento muy querido por la gente de mi tierra [Almería] y tengo que darles gracias por el apoyo incondicional que me está brindando. Pero también me he sentido muy apoyado el resto de los españoles.
-¿Cómo llevó lo de ocultar la victoria hasta la emisión de la gala final?
-Cuando se termina de grabar la gala final y eres ganador sabes que hay un contrato de confidencialidad y que no puedes decir nada. Es bastante duro el tenerlo callado, pero tienes que hacerlo hasta que llega el momento, que fue el martes pasado. Entonces, me sentí libre, por fin podía salir a la calle, algo que no había podido hacer durante las últimas semanas para que todo transcurriera con normalidad.
-¿Quién era y qué hacía Juan Manuel antes de ser Masterchef?
-Trabajaba como camarero, pero no a tiempo completo, echaba unas cuantas horas. También me salían algunos trabajos paralelos para hacer arreglos e incluso poniendo copas por las noches. Me ha pillado la crisis por medio y la verdad es que no he tenido grandes trabajos. Por eso puedo decir que me ha cambiado la vida bastante.
-Pero, mientras tanto, cocinaba.
-En mi casa siempre he cocinado yo. Hacía las comidas nada más llegar del instituto. Cocinaba arroz a la cubana, mis carnes, mis pescados, mis salsas, mis pastas... A mi madre, por ejemplo, cuando llega el verano le hago el gazpacho andaluz, el salmorejo, la sopa de ajo o una buena ensalada.
-Su familia ya no puede mirar igual que antes sus platos.
-Se lo toman con toda naturalidad. Saben cómo cocino desde que tenía cuatro años. Ser Masterchef no va a suponer un cambio en mi personalidad ni en mi forma de ser ni en lo que significo para los demás. Sigo siendo la misma persona de hace tres meses y voy a seguir siéndolo. Alguien campechano.
-¿Le han llegado ofertas de trabajo?
-Bastantes, pero ahora tengo que terminar ciertas cosas. Quiero sacar el libro de recetas para el 16 de julio y cuando acabe ese proyecto me sentaré y reflexionaré. Pero, ante todo, quiero terminar mis estudios y tener un título. Luego llegará el momento de iniciar un proyecto profesional.
-¿Estudiará en...?
-Le Cordon Bleu, de Madrid, durante un año y medio.
-En televisión sólo se emitían dos hora cada semana, pero había mucho más detrás.
-Durante la semana se realizaba la grabación del programa. Los tiempos de cocinado eran reales, pero hacíamos el pasacalles y había que hacer muchas tomas y demás y el tiempo se estiraba. La formación la teníamos los fines de semana, los sábados íbamos a la escuela de Le Cordon Bleu, paralelamente teníamos clases en otros sitios como la Escuela de Hostelería del Alambique.
-¿Cómo se hace para elegir ingredientes de un plato en tres minutos?
-Aunque no lo parezca, es cierto, no había mucho tiempo para pensar. Mientras que abríamos la caja misteriosa, por ejemplo, y los chefs explicaban la dinámica, tú ya le estabas dando vueltas a los productos que coger para elaborar cada plato.
-Ayudó a Clara a pelar un rape y a Maribel a meter en el horno un pollo que se atrancó.
-Lo más importante de todo es ser compañeros y lo he podido demostrar en varios casos, con Clara o con el pollo de Maribel. Existe la competición, pero también el compañerismo y en la cocina también se trabaja en equipo
-¿Cuándo comenzó a verse favorito?
-No me vi favorito en ningún momento. No percibíamos nada del exterior, estábamos totalmente aislados. No sabíamos si los datos de audiencia eran buenos o malos, ni quién era el que gustaba. Siempre he actuado de la misma manera. No sabía que la gente me quería hasta que salí de las instalaciones y comencé a recibir el cariño de muchos. Es difícil explicarlo, no sé cómo agradecer esto a la gente de mi tierra y la todos los españoles.
-Escogió gambas de Garrucha, preparó caldereta... más almeriense no lo pintan.
-Por supuesto, durante mi etapa de Masterchef he intentado introducir los productos más típicos de la zona para representar a mi tierra. Me siento almeriense al cien por cien y he intentado ayudar en todo lo que podía para vender sus productos. Me identifico mucho con el lugar del que vengo y le estoy muy agradecido por todo.
-¿Ha cocinado tras salir del programa?
-Al principio quise tomarme unos cuantos días de descanso, pero cuando estaba en casa y te das cuenta de que no puedes salir a ningún sitio para conservar la confidencialidad del ganador, pues te animas. Cuando lo llevas en la sangre siempre tienes ganas.
-¿Por qué se apuntó al concurso?
-Fue mi hermano el que un día me dijo que había visto el anuncio del programa en internet, sin que todavía hubiera aparecido en televisión. Me metí en la web de RTVE y vi que ya había casi 10.000 personas apuntadas y me eché las manos a la cabeza. Pensé que iba a ser imposible, pero bueno, no tenía nada que perder y me inscribí. A las pocas semanas que llamaron y fui pasando castings. Cuando entré y me quedé entre los quince no me lo creía. La vida me estaba dando una oportunidad en el sitio que siempre había deseado.
-¿En qué ha ayudado Masterchef a la cocina?
-Se ha incentivado a la gente a meterse entre fogones. La gastronomía española en las nuevas generaciones se está perdiendo. Vamos a lo rápido, se cocina en diez minutos y a descansar. Gracias al programa a la gente le da el gusanillo por empezar a cocinar, hay personas que no habían cocinado en su vida y ya lo está intentando, ya con eso nos podemos dar por satisfechos, lo cierto es que para mí es un honor. Es una profesión muy bonita y, sobre todo, sabes qué te estás comiendo.
-¿Será recordado por el programa o por su talento?
-Ante todo, he participado en un programa de televisión que me ha dado una oportunidad increíble. Estoy iniciando una etapa y me gustaría ser reconocido por mis méritos y mi trabajo.
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