Noelia Chaves Méndez | Ingeniera de edificación

"Gaudí es una figura muy grande pero Aníbal González no se queda atrás"

Noelia Chaves ante la escultura de Aníbal González en la Plaza de España.

Noelia Chaves ante la escultura de Aníbal González en la Plaza de España. / José Ángel García

La ingeniera de edificación Noelia Chaves Méndez dedicó su tesis doctoral a catalogar la obra residencial de Aníbal González. Este enorme trabajo ha sido publicado gracias a la Fundación del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla y ahora se convierte en una herramienta fundamental para conocer y presevar el legado de uno de los arquitectos que más renombre ha dado a Andalucía, con obras tan emblemáticas como la Plaza de España de Sevilla.

Los catalanes tienen a Gaudí y los andaluces a Aníbal González. ¿Resiste la comparación?

Considero que en este caso hacer una comparación entre dos artista de tal calibre nos impide ver la realidad de cada uno de ellos. Gaudí es una figura muy grande para la ciudad de Barcelona, reconocida a nivel mundial; pero Aníbal González, con su Plaza de España, emblema de Sevilla, no se queda atrás. Lo que hay que tener claro es que ambos suman y aportan a la arquitectura española de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Tanto uno como otro tuvieron un modo de concebir la arquitectura o de expresar sus ideas a través de distintos medios, pero el legado que nos han dejado es de un valor incalculable, consiguiendo que ambas ciudades gocen de un enorme reconocimiento a nivel arquitectónico, además de impulsar el turismo.

Acaba de presentar un libro sobre el arquitecto padre de la Plaza de España. Háblenos de su obra y su aportación.

El libro, editado por la Fundación Aparejadores, aborda la catalogación de las 180 obras residenciales del arquitecto Aníbal González y su contextualización dentro del panorama arquitectónico internacional que se estaba desarrollando a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Para ello se ha realizado la búsqueda, recopilación, digitalización y análisis de la documentación original existente de cada obra, su localización y un registro de su estado actual documentándolo mediante fotografías. Este libro avala el compromiso social y profesional del Colegio de Aparejadores de Sevilla en la investigación y el estudio del patrimonio. Una vez recopilado los datos se ha diseñado una ficha de catalogación que reúne la información necesaria para una total descripción formal, constructiva y artística de cada edificio, para luego realizar una Base de Datos Digital que engloba toda la obra residencial del arquitecto, presentándose en un dispositivo electrónico donde podremos navegar de un modo muy intuitivo.

Aunque la mayor parte de su obra se encuentra en Sevilla, ¿en qué otras localidades andaluzas hay ejemplos?

Podemos encontrar ejemplos en casi la totalidad del territorio andaluz. En la provincia de Huelva tenemos la urbanización Aracenilla, en Aracena, o viviendas unifamiliares en Valdezufre, Jabugo o en la propia capital. En la ciudad de Córdoba destaca el edificio Siena; mientras que en Cádiz encontramos ejemplos en localidades como las viviendas de la avenida Bajo de Guía de Sanlúcar de Barrameda o el Gallo Azul de Jerez de la Frontera. En la provincia de Málaga, concretamente en Antequera, encontramos la Casa Serrailler. Tampoco se quedan atrás la ciudad de Granada, levantando otro edificio en el Paseo de la Bomba; así como Jaén, donde podemos encontrar otros dos ejemplos tanto en la Carolina (vivienda para la Sociedad Minera el Guindo) como en Martos (el Hotelito).

Una de las cuestiones que pone de manifiesto su investigación es que muchas de las viviendas se han perdido y buena parte está en un estado comprometido. ¿Espera que su trabajo sirva para aumentar el nivel de protección de estas construcciones?

Este trabajo de catalogación pretende ser considerado como una herramienta o vehículo para su protección y preservación, creando conciencia en las autoridades para aumentar el grado de protección de sus viviendas y exigir su mantenimiento, evitando así que este patrimonio caiga en el olvido o que llegue incluso a desaparecer, como ya ha sucedido con algunas viviendas, convirtiéndose en una forma de memoria histórica documental y un modo de poner esta arquitectura residencial en valor. Además, se trata de un trabajo fundamental para los aparejadores de Sevilla, para nuestra profesión, ya que se detallan los sistemas constructivos y los materiales empleados en estas edificaciones.

Aníbal González se inició en el modernismo. ¿Por qué dio ese paso al regionalismo?

Quizás el paso al Regionalismo se debió a que en el año 1911 falló a su favor la competición para la Exposición Iberoamericana de 1929 o el concurso de fachadas de Estilo Sevillano que convocó el alcalde, Antonio Falcón y Vinent, en 1912 que claramente en sus bases decía lo siguiente: “La reconstrucción, embellecimiento o exorno de las fincas deberán obedecer a los órdenes arquitectónicos o decorativos sancionados por la Historia y muy singularmente a aquellos estilos característicos de nuestra ciudad, en sus distintas épocas”.

El monumento más visitado de Sevilla es la Plaza de España. ¿Le parece increíble que todavía no haya un centro dedicado a difundir el legado de Aníbal González o rutas por la ciudad para conocer su obra?

Es algo que remarqué en la presentación del libro, que todo esto comenzó como un proyecto para crear conciencia acerca del arquitecto Aníbal González y que con ello se empezara a realizar una serie de tareas encaminadas a darle visibilidad a su obra, tales como fomentar la creación de rutas turísticas, identificar mediante placas las obras más destacadas para que los visitantes puedan comprender que están viendo o el tan ansiado museo del arquitecto sevillano. Creo que con este libro la Fundación del Colegio de Aparejadores y Arquitectos Técnicos de Sevilla pone la primera piedra para ello.

¿Por qué muchos de los nuevos arquitectos detestan el regionalismo?

La verdad es que como aparejadora desconozco el pensamiento que se tiene sobre el tema en las escuelas de arquitectura, pero al final creo que los gustos son cíclicos y que quizás lo que hoy no está de moda sea vanguardia en unos años, pero desde luego hay que valorar el pasado para poder ir hacia el futuro.

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