El estreno de Podemos en las elecciones municipales de Córdoba se saldó con un balance de dos concejales en el Ayuntamiento y más de 9.000 votos en las urnas. Un buen resultado que, sin embargo, realza la fragmentación del bloque de izquierda, derrotado por el grupo de derechas y que, por lo tanto, quedará en la oposición.

La candidatura encabezada por Cristina Pedrajas sobrevivió con relativa soltura en una noche de continuos movimientos en la que pronto se apuntó dos concejales por los que nunca llegó a temer. Y es que, en parte, se puede decir que Podemos se hizo su hueco entre los votantes de izquierdas ante las antipatías que despierta IU y la ausencia de Ganemos por aquella controvertida decisión judicial que permitió la entrada en el juego de su propuesta fake, descartada por la inmensa mayoría.

Con los dos concejales obtenidos, los morados tendrán que hacerse fuertes en el bloque de oposición, dado que la suma del bloque de derechas configurará otro tipo de gobierno para la ciudad. Es ahí donde tocará ver sobre la mesa las diferentes propuestas de cambio que Podemos ha venido defendiendo durante la campaña, y que al final han tenido un respaldo notable, para ser la primera vez, pero no suficiente para tener peso de verdad en las decisiones del gobierno municipal.

Tras las dudas del inicio de la campaña por la batalla interna en el partido. Cristina Pedrajas ocupará su acta de concejala en el Ayuntamiento y se comprometió a ser la “voz de la ciudadanía” tras valorar unos resultados que “son un logro” dado que el partido no tenía representación en la capital y “contábamos con muy pocos recursos”. Pedrajas confió en “contar con un bloque de izquierdas fuerte” para hacer frente “al gobierno de derechas”.