El PP ha decidido arrancar su campaña con la que es una de sus ideas fuerza, en el mismo centro del ideario popular: la bajada de impuestos. Tras un mandato en el que los populares cordobeses han esgrimido la contención fiscal como receta para mejorar la economía de la ciudad, el candidato a la reelección, José María Bellido, ha insistido en esa misma idea en el inicio de la campaña desde el corazón de la ciudad, la plaza de Las Tendillas. Allí se ha comprometido a seguir bajando los impuestos, para que Córdoba, que era "un infierno fiscal" pase a ser "una de las tierras más competitivas en España para la atracción de empresas, la generación de oportunidades y más amable para las familias".

El catálogo de rebajas fiscales es largo: entre los principales los populares prometen bajar el Impuesto de Vehículos de Tracción Mecánica y la Plusvalía. Y aumentar las bonificaciones del Impuesto de Bienes Inmuebles que ya están recogidas en las ordenanzas fiscales en dos aspectos concretos: reducciones en relación con actuaciones de lucha contra el cambio climático, como la instalación de placas fotovoltaicas, y las referentes a la rehabilitación de edificios y regeneración de barriadas.

También se actuará en la fiscalidad directamente relacionada con la actividad económica, "para que sigan viniendo más empresas a la ciudad", especialmente en un momento en el que está comenzando el desarrollo del proyecto de la Base Logística, que tendrá capacidad de atraer empresas auxiliares, así como la puesta en carga de otros suelos destinados también a la actividad empresarial.

Para ello, habrá rebajas del Impuesto de Construcciones, Instalaciones y Obras y de las licencias urbanísticas y de actividad para aquellos que quieran emprender un negocio. Y como "gran novedad", ha anunciado que en el próximo mandato, si sigue siendo alcalde, "se bajará el Impuesto de Actividades Económicas, que era el que quedaba por bajar en todo lo relacionado con la economía y el desarrollo económico".

La rebaja fiscal se extenderá a lo largo de todo el mandato, promete el popular. Así, ha abogado por hacer "año a año una bajada moderada, que rondará entre el 2,5 y el 3% anual de todos estos impuestos, para que al final se logre ser más competitivos fiscalmente, sin descuidar la economía local, ni los servicios públicos, ni descuidar los presupuestos del Ayuntamiento".

"Solo hay dos opciones de ahora en adelante: seguir con este rumbo de una ciudad que ha dejado de ser un infierno fiscal, que baja impuestos año tras año y que atrae grandes proyectos y empresas, o volver a lo que ya se conoce, ser ese infierno fiscal con los impuestos a lo más alto que permitía la ley", ha apostillado el candidato en referencia a sus oponentes.

"Si vuelven al gobierno, volverán a hacer esas viejas recetas que ya se sabe que lo único que daban era paro, ruina y pobreza", ha avisado el candidato, quien ha pedido el voto "empezando por lo primordial, que es este modelo de ciudad con menos impuestos", resaltando que "después de cuatro años el Consistorio sigue estando con superávit, con remanente positivo de tesorería, se ha bajado la deuda y se paga bien a proveedores".