Apuesta por el futuro

Las principales empresas aeronáuticas andaluzas crean su propio clúster

  • El objetivo principal es tener más visibilidad internacional y optar así a más contratos.

El presidente, Antonio Gómez-Guillamón, y el director gerente, Juan Román.

El presidente, Antonio Gómez-Guillamón, y el director gerente, Juan Román. / José Ángel García

Hasta ahora la Fundación Hélice actuaba como clúster de las empresas aeronáuticas andaluzas. Sin embargo, también forman parte de esta fundación el Gobierno andaluz, las universidades, la patronal y los sindicatos. Una vasta representación que está muy bien para, por ejemplo, marcar la estrategia del sector a largo plazo o servir de interlocutor en negociaciones con el Gobierno español o la Unión Europea. Pero poco efectiva si lo que se busca es ir a la misma velocidad a la que se mueve un mundo marcado por una gran competitividad entre ciertas regiones del mundo y la constante innovación.

Por ello, las 29 empresas que componían el anterior Consejo de Acción Empresarial de Hélice han tomado la decisión de adoptar "personalidad jurídica propia" y agruparse en un nuevo clúster. Aunque seguirán formando parte de la fundación, de la que irán de la mano en temas concretos.

La marca Andalucía es la principal enseña de la capacidad largamente demostrada de las firmas aeronáuticas que desde hace un siglo han hecho de la región un enclave aeronáutico de primer nivel mundial. "El objetivo es tener más visibilidad internacional, mostrar que somos una industria potente, con capacidad de hacer grandes cosas", explica su presidente, Antonio Gómez-Guillamón, quien también es CEO de Aertec.

El nuevo clúster tiene varios hitos en mente: "Promover sinergias entre sus asociados, la internacionalización de las empresas, la formación y capacitación de sus profesionales, el desarrollo tecnológico en el sector y la representación institucional del clúster empresarial. En definitiva, fortalecer a las empresas en el mercado aeronáutico y en la relación con la sociedad".

Todo ello para desembocar en un fin último: atraer más carga de trabajo a Andalucía. Porque si bien es cierto que el sector aeronáutico no ha dejado de crecer ni en los años de la crisis, los últimos grandes programas que han dado grandes alegrías a la región como el A350 XWB o el A400M ya salieron hace tiempo de su etapa de desarrollo. Y aunque su esperanza de vida no baje de una década, es cierto que las empresas deben estar preparadas para resultar atractivas para los programas futuros y garantizar la buena salud del sector para más de un par de lustros.

En este sentido, Gómez-Guillamón insistió en el que Gobierno central trate al sector aeronáutico con la misma importancia que el Ejecutivo autonómico: "En Andalucía se sabe que es estratégico, pero a nivel nacional, no tanto. Y el mundo de la aeronáutica es un mundo de intereses nacionales".

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