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Las Torres de Martiricos de Málaga han sido protagonistas en los últimos meses. Sin embargo, no lo han hecho por su envergadura –110 metros de altura–, sino por las fiestas clandestinas celebradas por los turistas alojados en las viviendas vacacionales que se ofrecen en algunas de sus 30 plantas. Una situación que ha hecho saltar por los aires la convivencia de los vecinos de los mismos bloques y la zona, que denuncian problemas de seguridad y molestias por el ruido.
Decibelios que ahora bajan desde la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía (AvvaPro): "Las viviendas turísticas y el descanso de los vecinos son perfectamente compatibles". Es la conclusión de un estudio que la patronal afirma haber realizado en algo más de medio millón de pernoctaciones durante los meses de junio, julio y agosto en un total de 2.089 viviendas turísticas de Málaga capital.
La muestra supone un tercio del total que conviven en la ciudad malagueña y la conforman las únicas unidades que cuentan con un sistema de monitorización de ruido y conserje nocturno durante todos las horas de todos los días de la semana. "Tan sólo el 0,57% del total de pernoctaciones ha producido alguna alerta de ruido por superar los decibelios recomendados", afirman desde AvvaPro.
Según el mismo informe, las alertas por ruido provocado por una fiesta en algunas de las viviendas de alquiler vacacional en la capital de la Costa del Sol se han producido en 73 pernoctaciones, el 0,012% del total. Y, en cualquier de los casos, la empresa encargada de prestar el servicio de monitoreo, Roomonitor, asegura que los casos de ruido se eliminaron en una media de 28 minutos.
Lo descrito dista de la visión que el propio presidente de la Asociación de Vecinos del Centro Antiguo de Málaga, Carlos Carrera, ofreció a este periódico hace unas semanas. Carrera insistió en que los problemas de seguridad y convivencia por el ruido que ahora comienzan a aflorar en barrios malagueños como Martiricos se están produciendo en el centro de la ciudad desde hace casi una década.
Por su parte, desde AvvaPro citan a un presidente de una comunidad de vecinos en el céntrico barrio malagueño de La Malagueta para ratificar su estudio. “La convivencia entre turistas y vecinos es inmejorable, sin ningún tipo de incidente", afirma Millán, que cuenta con apartamentos vacacionales en el edificio que coordina. "Ambos usos de la vivienda son perfectamente compatibles siempre que haya una buena gestión, un buen profesional que se encargue del alojamiento”, añade.
Precisamente en esa compatibilidad también han puesto el foco colectivos que señalan la proliferación de viviendas turísticas como una de las variables que han tensionado el mercado de la vivienda residencial en Málaga. Lo cierto es que, según un estudio preliminar del Instituto de Estudios Urbanos y Sociales (IEUS), la cuota de viviendas turísticas sobre el total del techo edificado en algunas de las zonas de Málaga supera el 10% y, del total existentes en la actualidad, en torno al 78% de las eran residenciales.
Un señalamiento que desde la patronal de viviendas turísticas esquivan: "En la ciudad hay una vivienda turística por cada cinco vacías", advierte el vicepresidente de la Asociación de Viviendas Turísticas de Andalucía, Juan Cubo. En este sentido, desde la AvvaPro abogan por una mejora de la ley de vivienda y "los entramados burocráticos" que penalizan la agilidad de poner el suelo en carga y construir viviendas. De igual modo, recuerda la importancia del sector para la economía malagueña y regional.
Mientras tanto, la Junta de Andalucía ya ha dado el visto bueno para dar de baja a las 1.120 viviendas que el Consistorio malagueño solicitó el pasado mes de julio. A día de hoy siguen activas, pero la administración andaluza asegura que antes de final de año habrá tramitado todas las peticiones. El motivo es que el Ayuntamiento ha comenzado a exigir que los registros desde febrero dispongan de una entrada y servicios independientes, como describe el PGOU aprobado en 2011.
"Lamentablemente, la situación de los registros señalados está siendo utilizada por colectivos descontentos por la falta de vivienda asequible y otros grupos que aprovechan el momento para generalizar y extender campañas de acoso y coacciones tanto en las calles como dentro de algunas comunidades contra turistas, profesionales y empleados del sector", lamenta Cubo, que solicita al alcalde de Málaga, Francisco de la Torre, "más seguridad al sector".
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