La semana pasada fue Isofotón y esta semana es Gamesa la que anuncia problemas en sus instalaciones productivas, derivados de la paralización del mercado fotovoltaico español tras la nueva normativa que regula esta actividad desde octubre pasado. La compañía vasca confirmó ayer lo que los sindicatos ya denunciaron el viernes: que clausura la actividad de la planta de ensamblaje de paneles fotovoltaicos que posee en Aznalcóllar (Sevilla), en la que trabajan 45 empleados y venían ensamblándose anualmente unos seis megavatios de paneles.

Javier Treviño, director de Recursos Humanos de Gamesa, aseguró ayer que la actividad de la planta de Aznalcóllar es "poco viable" actualmente y que la empresa "está trabajando para garantizar y mantener los empleos de la totalidad de los trabajadores". Lo hará, primero, buscando una actividad alternativa a la que se venía realizando en la planta y, segundo, recolocando a parte de los trabajadores en otras tareas. Gamesa, firma que cotiza en bolsa y en la que Iberdrola controla casi el 25% del capital, es un gigante eólico a escala mundial y en febrero de 2008 se desprendió de su filial de promoción de parques fotovoltaicos. La fábrica de Aznalcóllar fue el único activo de la antigua división solar que quedó exluido de la venta, debido a que la puesta en marcha de esta instalación es un compromiso adquirido con la Junta de Andalucía. De hecho, la actividad se venía desarrollando en unas naves propiedad de la agencia pública Idea.

Con todo ello queda además paralizada la inversión de 6,7 millones anunciada por Gamesa en febrero de 2007 para construir en Aznalcóllar una nueva fábrica.