El mejor trabajo del mundo y el mejor pagado
Como experto en inversiones, hoy voy a analizar el activo más importante, valioso y que cada día que pasa cobra más valor: la solidaridad. En Banco Mediolanum llevamos casi una década con un programa solidario, denominado Aproxima, al que, de manera voluntaria, nos podemos sumar todos los Family Bankers, como padrinos y madrinas de causas solidarias. Normalmente estas son de ámbito local y, año tras año, de manera silenciosa, pero cada vez más visibles, ayudamos a pequeños grandes proyectos.
Recientemente nos reunimos en Valencia la mayoría de los que colaboramos en más de un centenar de iniciativas aportando nuestro granito de arena.
Un día inolvidable, en el que pudimos exponer y compartir nuestras iniciativas y experiencias; nos inspiramos, motivamos y nos emocionamos con historias muy sensibles. Hablamos de la parte mejor recompensada de nuestro trabajo, remunerada con sonrisas de personas, sobre todo de niños y niñas. Vi mucho orgullo por la labor realizada y por los logros obtenidos; vi padrinos y madrinas emocionados por ir cumpliendo años de apadrinamiento, algo a lo que aspiramos y que es la esencia que predomina en el clima: ¡acompañar la causa mientras podamos!
En Valencia se contaron historias que sabemos que existen, pero que nuestro día a día nos impide mirar, parar y reflexionar sobre ellas. Se contaron historias cotidianas para muchos Family Bankers que hacen de la solidaridad parte de su actividad. Historias como la de Abril, una niña con una enfermedad rara que padecen 45 niños en el mundo que ha inspirado a mucha gente a donar dinero para su investigación. O los pequeños pacientes de un hospital de Barcelona, que dispondrán de dos nuevas habitaciones en la planta de oncología. O las más de treinta iniciativas que hemos realizado en la Zona Sur, Andalucía y Extremadura. Y es que la solidaridad capitaliza de manera compuesta; 31 iniciativas gracias a las que se han ayudado a niños con cáncer y a sus familias, se ha dado de comer a muchas personas desfavorecidas, ropa y techo a los que lo necesitan, se ha ayudado en la compra de un autobús para trasladar a niños a sus tratamientos médicos, entre otras tantas causas.
Esta bonita convención, Convención Aproxima de Banco Mediolanum, se albergó en la Ciudad de las Artes y las Ciencias de Valencia y convirtió por un día esta ciudad en la Ciudad de la Alegría, Emociones y Solidaridad. Todos coincidimos en que los pequeños gestos cuentan y mucho. Desde la propia experiencia cabe decir que apadrinar uno de estos proyectos es en sí la recompensa. Y cuando se empieza ya no se puede dejar; esto se percibe, lo que explica que se sumen cada vez más Family Bankers a hacer de la solidaridad parte de su actividad. Por eso podemos definir la solidaridad como el activo con más importancia y valioso del mundo.
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