"Una organización que piensa que los zapatos se quedan viejos y que hay que renovarse todos los días". El presidente de Puleva Biotech, Gregorio Jiménez, resumió así la filosofía de una empresa que resurgió como líder del sector de la alimentación una suspensión de pagos que llevó a poner su superviviencia en duda entre 1994 y 1996. Puleva es un ejemplo de cómo la apuesta continuada por la I+D acaba dando frutos a largo plazo. "Ha sido una experiencia apasionante a lo largo de muchos años buscando caminos para que la empresa sea rentable", expresó el presidente de Puleva Biotech.

El primer paso, fue crear la marca. "La misión de cualquier compañía de alimentación es crear confianza. Y para eso necesita construir la marca, porque es la conexión entre consumidor y producto. La marca queda. Los productos pasan", señaló Jiménez, situándose en la misma línea de Don Peppers o Fernando Trias de Bes. En la década de los noventa, Puleva se centró en identificar los deseos del consumidor: productos saludables, cómodos, seguros y placenteros. También se prestó atención a los cambios demográficos, con la aparición de muchos hogares monoparentales. Esta identificación con los valores ha permitido a Puleva crecer en la crisis porque su estrategia de venta no sebasa en el precio.