Economía

Trichet admite que el Euríbor sigue demasiado alto pese a los esfuerzos del BCE

  • El presidente del Banco Central Europeo reconoce que los tipos interbancarios no son suficientemente bajos para superar las dificultades de financiación de los mercados

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, reconoció hoy que los tipos interbancarios, y en concreto el Euribor, siguen "demasiado elevados", a pesar de los esfuerzos de la autoridad monetaria "para volver a la normalidad".

En una comparecencia ante el Parlamento Europeo, Trichet recordó que, además de recortar los tipos de interés en la zona euro (en 175 puntos básicos desde septiembre, hasta el 2,5 por ciento), el BCE ha intensificado en los últimos meses sus iniciativas para ofrecer liquidez a los bancos comerciales y compensar las dificultades para encontrar financiación en los mercados.

Todo ello tiene por objetivo, explicó, la disminución de los tipos interbancarios y, en general, la vuelta a la normalidad en el mercado de crédito. El Euríbor, el tipo de interés al que los bancos se prestan dinero en la eurozona y la referencia más utilizada para las hipotecas, cayó hoy por debajo del 3,7 por ciento por primera vez desde septiembre de 2006.

También el comisario europeo de Asuntos Económicos y Monetarios, Joaquín Almunia, consideró urgente restablecer la normalidad en la actividad crediticia, como requisito fundamental para impulsar la recuperación económica. En una intervención ante la Eurocámara, el comisario señaló que las decisiones de política monetaria del BCE "ayudan", igual que la provisión de liquidez a las entidades y los avales y las operaciones de recapitalización para los bancos puestos en marcha en algunos países. Pero dejó claro que todo eso "no es suficiente porque falta confianza".

El presidente de la autoridad monetaria rehusó anticipar a los eurodiputados cuáles serán sus próximas decisiones sobre los tipos de interés, pero hizo hincapié en la corrección registrada por la inflación en la eurozona (donde bajó al 2,1 por ciento en noviembre). Vaticinó que, dada la moderación de los precios de las materias primas y la debilidad de la demanda, la inflación en el área del euro se mantendrá en torno al umbral del 2 por ciento.

Dejó claro, en cualquier caso, que sigue habiendo riesgos a medio y largo plazo para la estabilidad de precios, por lo que el BCE continuará trabajando para mantener las expectativas de inflación en línea con el objetivo de estabilidad, para contribuir a la recuperación del crecimiento, a la creación de empleo y al equilibrio financiero.

Al ser preguntado por la mayor agresividad de la política monetaria aplicada por otros bancos centrales, Trichet subrayó que cada uno "hace lo que le parece apropiado teniendo en cuenta las características de su economía". También defendió la estrategia seguida en sus operaciones de inyección de liquidez en las que, explicó, ha tratado de garantizar a las entidades el acceso a financiación, en un contexto de tensión generalizada en los mercados, pero sin poner en riesgo la integridad del BCE.

Recordó que, además de ofrecer liquidez de manera ilimitada a un tipo fijo, el banco central decidió ampliar de manera temporal el catálogo de activos que las entidades podían ofrecer como garantía colateral en sus préstamos frente al Eurosistema. Se mostró convencido de que estas iniciativas han contribuido a reducir las tensiones en los mercados y confió en la pronta recuperación de los préstamos interbancarios y de la actividad de intermediación de las entidades.

Trichet también valoró, en este contexto, las medidas puestas en marcha por varios países del euro para contribuir a la normalización del crédito, principalmente la concesión de garantías para los préstamos interbancarios y para las emisiones de deuda y las operaciones de recapitalización de entidades.

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