A pesar de que son muchas las voces autorizadas que consideran que la nueva reforma de las pensiones elevará el déficit público, no dará equilibrio financiero, no es sostenible y daña el empleo, la nueva reforma de las pensiones ya está aquí. Lo que hasta hace unos semanas eran negociaciones y borradores, el BOE se encargó de publicarlo como Real Decreto-ley 2/2023 y entrará en vigor el próximo 1 de abril. Dos períodos de cómputo, aumento de las cotizaciones y recargo a los sueldos altos son algunos de los puntos clave de esta nueva reforma de las pensiones que surge como respuesta a las necesidades que generará las jubilaciones de la generación del baby boom.

La reforma, pactada con Bruselas y en el seno del Gobierno de coalición, forma parte de los hitos comprometidos para desbloquear un nuevo desembolso de los fondos europeos y basa su evolución en tres pilares fundamentales: subidas de bases máximas y de cotizaciones, mejoras en las pensiones mínimas y establecimiento de un modelo dual para calcular la pensión, que dará opción a elegir entre los últimos 25 años cotizados o 29 años, pudiendo descartar los dos peores. 

Nuevo modelo dual para calcular la pensión

Durante los próximos 20 años a la hora de confeccionar la cuota de su pensión los trabajadores podrán elegir entre mantener los 25 años cotizados que actualmente se tienen en cuenta para calcular la pensión inicial o contar 29 años y descartar dos de dichos años para cubrir así posibles períodos de desempleo o peor posición laboral. lo que deja ese periodo en 27 años de facto. Esta nueva disposición regula el incremento anual de 1,2 puntos porcentuales de la base máxima de cotización desde el año 2024 hasta 2050.

Subida de bases máximas y cotizaciones 

La nueva reforma contempla también una subida de las cotizaciones de las bases máximas, sumándole a la cuantía anual del IPC una cuantía fija de 1,2 puntos porcentuales. Esto permitirá que las pensiones máximas también se revaloricen con el IPC más un 0,0115 porcentuales acumulativos cada año hasta 2050, lo que supondrá un alza aproximado del 3%

Mejora de las pensiones mínimas

Por último, la reforma establece una subida de las pensiones mínimas contributivas para asegurar que converjan con el 60% de la renta mediana. Así, se estima que a partir de 2027, estas pensiones no sean inferiores al umbral de la pobreza calculado para un hogar compuesto por dos adultos, esto es, 16.500 euros anuales en 2027 o, lo que es lo mismo, 1.200 euros al mes, lo que supone un 22% más que ahora.

Para 2025 empezará a aplicarse una cuota de solidaridad en las cotizaciones de los sueldos más altos

También subirían las pensiones no contributivas para aquellos que no logren cotizar lo suficiente, superando los 500 euros al mes en 2027 con estos cambios que entran en vigor a partir del 1 de abril.

Para años venideros se contemplan el establecimiento de una cuota de solidaridad en las cotizaciones de los sueldos más altos, que comenzará a aplicarse en 2025, así como duplicar el mecanismo de equidad intergeneracional (MEI).